PALMA DE MALLORCA, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, manifestó hoy en Palma que "el alto al fuego no es el principio del fin", sino que el objetivo que persigue la banda terrorista con el anuncio de la tregua permanente es reactivarse tanto política como económicamente como sucedió tras la firma de la Declaración de Lizarra.
Buesa declaró, minutos antes de pronunciar la conferencia titulada 'La economía del terrorismo' organizada por la Fundación Antoni Maura, que "actualmente ETA estaba desarbolada, y como muestra de ello no realizaba ya atentados de gran envergadura".
Sin embargo, el catedrático de Economía Aplicada de la UCM, se mostró escéptico ante el cese total de la violencia, refiriéndose a la violencia callejera, los actos de extorsión a empresarios, o la campaña de presión ejercida sobre los concejales democráticos en pequeños municipios vascos, donde Batasuna era el único partido con representación.
"Mi hermano rechazaría lo que está haciendo Zapatero" aseguró recordando a la víctima de ETA Fernando Buesa, "llevados por el entusiasmo de la paz se bajó la guardia durante el periodo en el que se fraguó su asesinato", y añadió que "Zapatero no se rige por principios morales, sino por oportunismo".
El Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, también ha ejercido su papel para Buesa en el pronunciamiento de la tregua, ya que "piensa que las leyes se aplican en función de las necesidades políticas", algo que según él no es "progre ni de izquierdas", al contrario que el juez Grande-Marlaska, quien a mostrado su independencia a la hora de tomar decisiones.
Ante la cercanía en el tiempo entre la firma del Estatut de Cataluña y el anuncio de tregua de la banda armada, Mikel Buesa afirmó que " es un momento en que se puede aprovechar que Cataluña es una nación para establecer un simbolismo".
"Todos sospechamos que hay comunicación entre ETA y Zapatero", lo que apoya la actual condescendencia con el terrorismo, subrayó, aunque hasta la reunión que se celebrará mañana entre el Foro, víctimas del terrorismo, y otras asociaciones, el presidente no adelantará la postura ante las posibles concesiones que se pudieran negociar con la organización terrorista.
Durante la conferencia, Mikel Buesa analizó las principales fuentes de las que se nutre el terrorismo, señalando las subvenciones de las instituciones públicas, fundamentalmente del Gobierno autonómico, con 12,8 millones de euros.
A su juicio, en ausencia de la violencia, el País Vasco sería una quinta parte más rico, ya que los retraimientos de la inversión por la generación de incertidumbre ha causado pérdidas de 83.000 millones de euros en el PIB vasco entre 1993 y 2002, lo que supone 8.300 millones al año.