Caamaño asegura no tener ningún candidato favorito para presidente del TC y que imponer uno "siempre sale fatal"

Ministro de Justicia, Francisco Caamaño
EP
Actualizado: jueves, 20 enero 2011 12:26

MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha asegurado que no tiene ningún candidato preferido para ser presidente del Tribunal Constitucional y ha añadido que "la historia democrática" ha demostrado que cuando "se ha intentado imponer algún presidente desde los entornos exteriores" a la propia institución "siempre ha salido fatal".

Caamaño ha hecho estas declaraciones durante el desayuno informativo organizado por la Fundación Democracia y Gobierno Local en Madrid, en el que ha intervenido el presidente de la Diputación de A Coruña, Jesús Salvador Fernández Moreda. Precisamente, el Constitucional celebra este jueves un Pleno para elegir a sus nuevos presidente y vicepresidente tras el cese de María Emilia Casas y Guillermo Jiménez, respectivamente, con motivo de la renovación parcial de magistrados correspondientes al Senado.

"Para mí siempre será un magnífico presidente del Tribunal Constitucional aquel que los magistrados elijan. No tengo ninguna preferencia", ha respondido el titular de Justicia, antes de plantear una reflexión. Según ha dicho, cuando a lo largo de la historia del TC se "ha intentado imponer algún presidente de los entornos exteriores al propio tribunal ha salido siempre fatal".

A continuación, ha expresado su deseo de que el Constitucional cumpla con "la responsabilidad" que tienen sus magistrados y nombre al que considere el "mejor" presidente para esta institución del Estado.

Minutos después de estas palabras, ha comenzado la sesión convocada para elegir al sustituto o sustituta de la ex presidenta Casas. A las cinco de la tarde el plenario volverá a reunirse para la elección de un nuevo vicepresidente que ocupe el cargo ostentado por Guillermo Jiménez hasta la semana pasada.

El sistema de elección del presidente y el vicepresidente es muy sencillo. Los magistrados tendrán sobre la mesa una lista con sus nombres, y cada uno de ellos deberá poner una cruz junto a la de su candidato. En caso de empate, será presidente el magistrado con más antigüedad en el tribunal.