MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRES) -
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha recordado este jueves que el sistema español ya preveía que el funcionario del Registro Civil decidiera el nombre del menor en caso de discrepancia entre los padres y ha expresado su sorpresa por la polémica surgida después de que el Congreso aprobara que ahora decidiera sobre el orden de los apellidos en caso de desacuerdo.
En unas jornadas sobre la nueva Administración de Justicia, organizadas por el Colegio de Abogados de Madrid, Caamaño ha defendido que el funcionario toma esta decisión en función del "interés superior" del mejor. "¿Es que nadie ha visto que cuando hay discrepancia en el nombre la regla que tenemos en el sistema español desde siempre es esa?", ha cuestionado el ministro.
"Sin embargo, nos sorprendemos de que esa misma solución se aplique en los apellidos", ha indicado el titular de Justicia que ha augurado que el proyecto de Ley del Registro Civil se apruebe "por unanimidad" en las Cortes Generales ya que su importancia radica en la "transformación radical y profunda" del sistema.
Caamaño se ha felicitado de la desjudicialización de los registros ya que no era "lógico", en su opinión, que "la Dirección General resolviera favorablemente o en contra de las decisiones de los jueces". "En un sistema gubernativo se mezclaba extrañamente con lo jurisdiccional y pervivía a pesar de la separación de poderes y de la Constitución", ha remachado.
La Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados decidió a principios de mayo que el orden de los apellidos de los hijos en caso de desacuerdo entre los progenitores lo decidiera el funcionario del Registro Civil si en tres días los padres no son capaces de ponerse de acuerdo.
