Uno de cada cinco niños y la mitad de los adolescentes deciden cuánto tiempo ven la televisión, según estudio

Actualizado: sábado, 29 julio 2006 14:14

MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -

Uno de cada cinco niños y la mitad de los adolescentes son quienes deciden en sus hogares, en lugar de sus padres, cuánto tiempo pasan delante del televisor, según se desprende de un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid incluido en el informe 'Padres e hijos en la España actual', realizado por la Fundación La Caixa, que recoge Europa Press.

La existencia de unas normas de convivencia menos rígidas y unas relaciones intergeneracionales "mucho menos jerarquizadas" entre padres e hijos son la principal causa de este reparto de responsabilidad en las decisiones en el hogar. Asimismo, dicho estudio señala el papel de los hijos en la compra de ropa con datos semejantes, mientras que en el horario de llegada sí se aprecia una mayor imposición de los padres con niños de entre 10 a 15 años (91,5%) y de entre 16 y 18 años (68,5%), aunque en estos últimos se apuesta también por una negociación conjunta.

De hecho, ante este nuevo cambio en las pautas de relación experimentado en las últimas décadas, dicho estudio introduce el término de "familia negociadora" en el que incluso los hijos cuestionan de forma sistemática dichas normas familiares, como estrategia para buscar una cuota de autonomía "cada vez mayor".

En este sentido, los autores del informe advierten que los hijos reclaman un tratamiento "en plano de igualdad al de sus padres", y cuestionan la legitimidad de las normas establecidas al pedir la justificación de las mismas para demostrar su arbitrariedad y falta de razonabilidad. Mediante unas relaciones más simétricas, exigen el derecho no sólo de opinar sino a decidir "en pie de igualdad" sobre los temas que les conciernen, como cuestiones estéticas y de vestimenta, alimentación o formas de ocio.

Aunque la capacidad de codecisión depende del ámbito del que se trata y la edad de los hijos, el 87% de los encuestados admiten que los hijos están demasiado consentidos, si bien puntualizan en un 90% de los casos que es "mejor para el bienestar de la familia" negociar las normas de convivencia con los hijos aunque esto conlleve "mayores dificultades en su educación".

Según las conclusiones de este estudio social, el respeto ha sido sustituido por la confianza como principio estructurador y delimitador de las relaciones, algo fomentado también por los padres en su "búsqueda de amistad" con sus hijos, dando mayor importancia a la dimensión afectiva y mantener una buena comunicación basada en "la fluidez, la confianza y la intimidad".

Asimismo, el nuevo marco de relaciones establecido por la familia negociadora se considera más adecuado para el desarrollo de la personalidad y las capacidades de los hijos, más susceptible de evitar la discriminación por razón de sexo y con "una mayor tolerancia ante opiniones divergentes".

Sin embargo, otros autores consultados destacan una connotación negativa más afín al concepto de "generación consentida" utilizado por el sociólogo Amando de Miguel para justificar la "excesiva permisividad" adoptada en algunas familias.