BARCELONA, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, consideró hoy "poco menos que una broma de mal gusto" que Pasqual Maragall proclame dar continuidad a un gobierno tripartito de la Generalitat en la próxima legislatura justo en el acto en el que lo daba por finiquitado y resituó a ERC en la equidistancia asegurando que los republicanos tienen "las manos libres" y acudirán a las próximas elecciones autonómicas "sin sentirnos ligados a ningún tipo de pacto preestablecido".
En su intervención el en Foro Nueva Economía, Carod consideró "difícil de explicar que alguien que te echa, y con los seis ex consellers de ERC de cuerpo presente, haga un discurso de gran futuro" para el Gobierno catalanista de izquierdas.
"De tanto que te quiero te ahogo", comentó con ironía, y añadió que el discurso de Maragall "no llega ni a broma al mal gusto". Además, se mostró especialmente dolido con el presidente de la Generalitat por considerar que tras el gesto de responsabilidad de ERC de abstenerse en el Senado para propiciar la aprobación del Estatut "alguien debería haber tenido algún gesto" hacia los republicanos y, "no en la dirección de echarnos".
Carod hizo especial hincapié en resaltar que el nuevo Ejecutivo catalán es un "gobierno monocolor" y recordó que Catalunya "no votó un Gobierno del PSC". El líder de ERC consideró que tras las próximas elecciones "lo importante no es con quién gobiernes, sino qué haces con los que gobiernas" y situó como escenarios posibles pactos de ERC con CiU o PSC, indistintamente "dependiendo de los resultados y del programa a aplicar", o entre PSC y CiU.
Para Carod es indiferente quién sea el candidato del PSC, cuestión que dejó en manos del PSC, pero sí señaló que Catalunya "llegará más lejos" con personas al frente de la Generalitat que no pertenezcan al mismo perfil social de los que han gobernado en el último cuarto de siglo".
PSC AVIDO DE PODER
En cualquier caso, ERC estará preparada para una posible negociación de nuevo gobierno tras las elecciones y avisó que en la próxima ocasión no pensará tanto en la "doctrina y el Gobierno" y trabajará por lograr "poder". El problema, según Carod, "no es tanto Maragall sí o no, sino que, se gobierne con quien se gobierne, ERC atará más corto los elementos del pacto del Gobierno" y evitará así sucumbir ante "profesionales del poder" como el PSC, que ha demostrado una "tendencia innata a homogeneizar" el Ejecutivo catalán.
Según Carod, los socialistas negociaron el Pacto del Tinell "pensando en el poder, en el ejercicio del control, en su ejecución nominal y en la organización del Gobierno y de los entornos del poder", lo que convirtió el acuerdo en "papel mojado desde el primer momento". La "ingenuidad" de ERC ante esta estrategia fue uno de los errores admitidos por el líder de ERC, junto al convencimiento de que el Estatut podría ser modificado tras el pacto entre Artur Mas y José Luis Rodríguez Zapatero en respuesta a la "lealtad" de ERC con el Gobierno del PSOE en Madrid.
CATALUÑA SUBALTERNA
En este sentido, consideró "lamentable" la evidencia del carácter "subalterno" del sistema de partidos políticos catalán y la consolidación de Cataluña como "subsistema político, empresarial y mediático". Para Carod, la salida de ERC del Gobierno prueba que Catalunya "no es nunca la prioridad para quien manda" y que siempre se antepondrá el "mantenimiento del presidente del Gobierno de España que el presidente del Gobierno de la Generalitat", aunque también incluyó a CiU en esa subalternidad por el pacto del Estatut.
"Para algunos, para un determinado catalanismo, su opción nacional, la patria, es el mercado español, y su opción social es que Zapatero no se haga daño: 'Salvad al soldado Zapatero", concluyó, aunque quiso reconocer el carácter "educado y correcto" del presidente del gobierno y su intento de "ver desde una perspectiva diferente la diversidad de España", aunque también le reprochó la "mayor valentía con ETA que con el Estatut".
Carod sostuvo que ERC "no ha hecho sufrir al PSOE, pero el PSOE sí que ha hecho sufrir a ERC" y señaló que los dos años de colaboración en Madrid y de tripartito "han sido una lección para muchas cosas".
"Hemos aprendido de los errores del pasado y, vistas las horas adversas, los días más gloriosos de ERC todavía no han llegado", sentenció.
El líder de ERC renegó del carácter "inmediatista" que ha adquirido la política catalana y lamentó que el 'oasis' catalán haya sido arrasado por "una inmobiliaria crápula que se ha cargado las palmeras y ha convertido en desierto lo que eran buenas formas y buen gusto".
Según Carod, el sistema de partidos catalanes "no ha estado a la altura de lo que reclamaba la sociedad catalana" y auguró que, en el caso de haber castigo en las próximas elecciones, éste será "repartido". Así, dio por hecho que los ciudadanos sabrán juzgar los actos de cada formación y "distinguir el grano de la paja" a la hora de votar. Además, auguró que el nuevo Gobierno no tendrá tiempo de capitalizar el trabajo de ERC, ya que la legislatura "se aguanta porque legalmente tiene que aguantar".
CATALANISMO CIVIL Y EN POSITIVO
Carod, que estuvo arropado por los ex consellers Josep Bargalló, Josep Huguet y Manel Balcells y diferentes ex cargos como Miquel Pueyo y Enric Marín, secretarios de Política Lingüística y Comunicación, del Gobierno, además de cargos del partido, defendió el proyecto de ERC como "catalanismo civil e integrador, en positivo y con voluntad de Estado".
Asimismo, resaltó la capacidad de ERC para incorporar independientes a su proyecto y recordó la presencia de dos consellers independientes por ERC -Pere Esteve y Carles Solà--, que presentan a los republicanos como un partido "abierto y no sectario". Igualmente, defendió la "frescura y originalidad" del proyecto político de ERC, que consideró el "menos esencialista" de Cataluña y que se basa en el "catalanismo del bienestar".
Entre los méritos de ERC situó la recuperación de un Gobierno progresista para la Generalitat, dar garantía de la aprobación de un Estatut "de calidad" en Cataluña y que sólo estaba garantizado con el PSC en el gobierno y CiU en la oposición, y la "valentía" de apoyar la investidura de Zapatero como "mensaje a la sociedad española de diálogo y convivencia", convencidos de que la "izquierda federal española existía". También citó la "apertura del camino" a la evidencia de que la resolución de los "conflictos violentos de naturaleza política debe transcurrir por la vía del diálogo y la negociación.