PALMA DE MALLORCA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira manifestó hoy que su partido afronta con optimismo las negociaciones de la reforma estatutaria catalana, aunque destacó que no aceptará consensuar las líneas esenciales del futuro texto con celeridad, en referencia a las "prisas de última hora" del PSOE para alcanzar un pacto sobre los principios básicos del Estatut.
Tras el mitin celebrado en la localidad mallorquina de Binissalem, Carod recordó que su partido es favorable a negociar el contenido del Estatut de manera multilateral, proceso que consideró el más "sensato, útil y rápido". Por ello, dijo no entender que el PSOE insista en mantener reuniones bilaterales, que retrasan "enormemente" un acuerdo, al tiempo que pretende alcanzar "en cuestión de horas" un consenso básico sobre los pilares de este documento.
En este sentido, comentó que las reuniones bilaterales convocadas por el Gobierno "sólo" sirven para que el PP continúe desarrollando con la "máxima intensidad" su campaña de "desgaste" contra el Estatut. Pese a ello, puntualizó que ERC está dispuesta a mantener todos los encuentros a dos bandas que sean necesarios.
Carod consideró que la negociación de Estatut ha experimentado avances "importantes" y valoró positivamente el "cambio de postura" del Gobierno. Sin embargo, señaló que "aún queda camino por recorrer". Con todo, apostó por la próxima aprobación del Estatut, afirmación ésta que basó en la "voluntad" del cuatripartito catalán y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de lograr un acuerdo final sobre esta cuestión.
Además, aseguró que la no aprobación del Estatut supondría un "fuerte golpe" para los gobiernos catalán y central en un momento en el cual a ninguna de las dos administraciones "le convienen problemas suplementarios". También consideró que el fracaso de la negociación supondría "regalar una victoria inmerecida al PP, que habría ganado por incompetencia de los otros más que por méritos propios".
Sobre la polémica suscitada por el presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, al manifestar que los votos de CIU no son indispensables para la aprobación del Estatut, Carod estimó que se trata de un debate "inútil y estéril, efectuado en clave negativa, que no sirve para nada".
El presidente destacó que los votos de CIU no son necesarios desde un punto de vista aritmético, pero sí políticamente. En este sentido, subrayó que el Estatut no pertenece a ningún partido concreto, sino a Catalunya y a todas las fuerzas que lo apoyaron en el Parlament.
Finalmente, mostró su apoyo a la decisión del Gobierno de permitir la reunión del congreso de Batasuna, al considerar la necesidad de distinguir entre los derechos de un partido ilegalizado y los derechos individuales.
En este sentido, defendió que todo ciudadano debe poder ejercer sus derechos con independencia de su opción política. A su juicio, impedir el congreso de Batasuna significaría que "una suma de ciudadanos a nivel individual no disponen de libertad de reunión".
