MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El destacamento Mamba, la misión de apoyo logístico destacada en Libreville (Gabón) que presta el Ejército del Aire a la operación francesa en República Centroafricana, ha cumplido ya seis meses de existencia en los que ha transportado casi 700 toneladas de material y más de 2.500 personas y ha realizado cerca de 600 horas de vuelo.
Según ha informado este lunes el Estado Mayor de la Defensa, el destacamento, que comenzó el pasado 21 de marzo sus operaciones, ha realizado a lo largo de este tiempo misiones que han abarcado un área muy extensa que va desde África Central y Occidental hasta parte del Sahel, principalmente para transportar material y efectivos a las distintas bases que posee Francia en la zona.
Para ello, el Ejército del Aire desplegó un avión de transporte T-10 'Hércules', cuyas tripulaciones efectúan rotaciones cada 45 días, mientras que el resto de efectivos pertenecientes al destacamento es cada tres meses aproximadamente.
APOYO AÉREO "IMPRESCINDIBLE"
El destacamento Mamba tiene dos emplazamientos diferentes en Libreville separados poco más de dos kilómetros. La parte operativa (operaciones, mantenimiento y protección de la fuerza) están en la base aérea francesa 'Guy Pidoux' y la jefatura y apoyo al destacamento, en la base de Infantería de Marina francesa 'Camp de Gaulle', donde se reciben la inteligencia y las órdenes de misión.
Según explica el Estado Mayor de la Defensa, debido a las dimensiones de la zona donde se llevan a cabo las operaciones francesas, el empleo del poder aéreo se ha tornado "imprescindible" para sostener cualquier operación terrestre de manera prolongada en el tiempo.
MISIÓN SOBRE EL TERRENO
Fue la ONU en diciembre de 2013 la que dio el visto bueno al inicio de operaciones para restablecer la seguridad, el orden público y la autoridad del Estado en todo el territorio de República Centroafricana, así como para llevar a cabo un proceso ordenado de desarme de las milicias que operan allí, sobre todo en la capital.
La participación española se materializó primero con la aportación del 'Hércules' para apoyar a la misión francesa 'Sangaris' y sus operaciones terrestres. Después, España se unió a la misión de la UE, aportando sobre el terreno 50 militares de operaciones especiales del Ejército de Tierra y 25 guardias civiles.
