Caso 'Pípol'.- Un Tedax dice que la dinamita hallada en el garaje de Toro era 'Goma Eco2' fabricada en julio de 2000

El agente confirmó que los explosivos se utilizan en minas y son los que habitualmente usa "ETA en los atentados"

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 13 noviembre 2006 15:30
GIJÓN, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El agente de los Tedax, jefe del Grupo de Oviedo, que sustituyó al policía fallecido que debía declarar en el juicio del caso 'Pípol' sobre la dinamita hallada en el garaje de Avilés aseguró que los cartuchos eran de 'Goma 2 Eco' y que en el envoltorio figuraba como fecha de fabricación el 8 de julio de 2000, un año antes de ser incautados.

El garaje era compartido supuestamente por Antonio Toro y su cuñado José Emilio Suárez Trashorras, imputados por esta causa y también por el 11-M, junto a José Ignacio Fernández Díaz 'Nayo'. Trashorras trabajó en 'Mina Conchita' hasta el año 2000, aunque en su testimonio ante el juez negó haber tenido acceso a los explosivos.

El agente también confirmó que explosivos como los hallados en el garaje se utilizan en minas. El Tribunal no aceptó incluir unas fotos que portaba el testigo sobre los exposivos y rechazó de nuevo el informe sobre éstos elaborado por el laboratorio de Madrid.

Según el agente, que lleva 20 años en el Cuerpo Nacional de Policía, 14 de los cuales estuvo destinado en el País Vasco, explicó que, por su experiencia, pudo comprobar sin falta de análisis de qué tipo de dinamita se trataba, ya que era la utilizada por "la banda terrorista ETA en atentados".

Pese a que el testigo no estuvo presente cuando la dinamita fue recogida y llevada a las dependencias policiales, días después señaló que vio los explosivos y los detonadores. Según su testimonio, la dinamita estaba "encartuchada en el papel que suele venir". En él constaba que eran cartuchos de 'Explosivos Riotinto", además de la sección y la longitud (20mm x 200mm). También figuraba la advertencia de peligro y una numeración (UB7 07 08), que indica la fecha de la fabricación. Cada cartucho pesaba 150 gramos.

Asimismo, explicó que pudo averiguar que era 'Goma 2 ECO' por las propias características de este tipo de explosivos, como la textura o el olor. "He tenido bastante contacto con este material", dijo en alusión a su experiencia en el País Vasco. El agente concretó que el contacto con la "Goma 2 Eco" siempre le produce dolores de cabeza, y en esa ocasión también se los causó. "Ya me pasó en algún zulo de ETA y aquí me volvió a pasar", puntualizó.

Además, apuntó que para destruir esta dinamita hay que quemarla y que produce "un humo blanco característico" debido a los nitratos. Por otro lado, dado el nivel de deterioro, el policía consideró que la fecha de fabricación que constaba en el envoltorio correspondía con la real, ya que "estaba sudada".

El testigo corroboró que una cantidad de entre 40 y 50 kilos es fáctible que quepa en el maletero de un vehículo. Dicha cantidad es la que el portero del club Horóscopo, Francisco Javier Lavandera Villazón 'Lavandero', dijo en el juicio que le fue mostrada por Toro un día en Gijón.

En cuanto a la capacidad de destrucción, indicó que "a medida que pasa el tiempo va perdiendo potencia". No obstante, certificó que ETA cometió atentados con 2 cartuchos para causar daños graves en vehículos.

El jefe de los Tedax explicó, además, que los detonadores eran "eléctricos" y que el cable rojo indica la sensibilidad y el azul el retardo. En este caso, los hallados en la plaza de garaje eran de 500 mms de retardo y de tipo metálico, "de los utilizados en la mina donde no hay grisú". Asimismo, por el color del tapón, se conoce el año de fabricación. Los encontrados en el garaje eran unos de 2.000 (tapón blanco) y otros de 2001 (amarillo).

El policía concretó que la numeración que aparecía en ellos (nº 4 y nº 5) corresponde al orden de colocación cuando se secuencia en las minas los explosivos. También constaba en los detonadores la advertencia de peligro en tres idiomas. El testigo explicó que estos detonadores son "muy sensibles" y que pueden explotar con cualquier roce o con cargas estáticas. Además, aseguró que pueden explotar en la mano -como el imputado por el 11-M y testigo en esta causa Rafa Zohuier explicó que le pasó con los detonadores que le enseñó Toro Castro.

Después de extraer las muestras y enviarlas al laboratorio de Madrid para su análisis, el resto de la dinamita fue destruida, por el peligro a que explotara con su deterioro. El testigo dijo haber recibido el resultado de estos análisis en agosto de 2004, en cuyo informe se corroboraba que era "Goma 2 Eco" como él había dicho.

PETICIÓN RECHAZADA

En este punto, el fiscal especial Antidroga, José Perals, solicitó al Tribunal que aceptara como prueba en la causa unas fotografías de los explosivos que portaba el testigo, así como el informe de su análisis. Esta petición fue rechazada por los abogados de Toro Castro y Suárez Trashorras, basándose en que el fiscal ya conocía que existían esas imágenes y no las pidió en su día.

El magistrado de la Sala, Bernardo Donapetry, rechazó también incluir dichas pruebas porque eran posteriores al escrito de calificación del fiscal. Perals, entonces, hizo constar su protesta formal en el acta de la vista oral. Por su parte, el letrado de Suárez Trashorras, Gerardo Turiel, solicitó que el fiscal no pudiera preguntar al testigo sobre el informe del laboratorio que había sido rechazado por el Tribunal, a lo que Donapetry señaló a Perals que preguntara al agente sólo por su experiencia.

Por otro lado, testificó una mujer encargada del servicio de Sanidad en Asturias, departamento que extrajó en Cogersa la muestras de la droga incautada para su posterior análisis en el Laboratorio Nacional de Estupefacientes de Madrid. La mujer indicó que se envió un fax primero a Madrid con los datos de las muestras, todas ellas identificadas, y luego la droga, siguiendo los protocolos marcados. Posteriormente, la Audiencia pidió un contraanálisis en 2006 de la droga, que fue eviada de las cantidades muestrarias que había en Madrid.

La testigo explicó que las sustancias estupefacientes se van degradando con el tiempo, aunque de la cocaína si se puede hacer el contraanálisis. No obstante, no supo explicar la diferencia del grado de pureza de una de las muestras, ya que en el primer análisis el dato era del 2,5 % y en el contraanálisis era del 17,7 %. A su juicio, pudo ser debido a la utilización de métodos diferentes de análisis. También apuntó que actualmente el margen de error es de más o menos el 5 %.

Asimismo, el letrado Ricardo Álvarez-Buylla solicitó al Tribunal que se pidieran todas las pruebas documentales sobre el método de análisis y el envío de la mercancía. Una demanda respaldada por algunos abogados pero rechazada por el fiscal. Finalmente, el magistrado señaló que no procedía tal petición, ya que no era necesario. Álvarez-Buylla hizo constar su protesta, aduciendo la indefensión de su cliente al no poder comprobar "la cadena de custodia de la droga".

Otros de los testigos de la vista de hoy fueorn dos agentes que realizaron el informe sobre las armas incautadas en la operación, una de las cuales, una semiautomática 9 mm, tenía borrado el número de serie con un punzón, así como dos médicos que testificaron sobre la adición a años drogas de uno de los imputados.

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