MADRID 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, subraya los "aprietos" del líder del PP, Mariano Rajoy, para "imponer su estrategia contraria a las reformas" estatutarias en las direcciones regionales 'populares'.
En un artículo de opinión publicado en el último número de 'El Socialista', que recoge Europa Press, Chaves destaca que los "hechos" son que en España hay "en marcha o concluidos varios procesos de reforma de los estatutos de autonomía". Los "efectivos" son los de Andalucía, Cataluña, Valencia, Baleares y Aragón, además de otros que han sido anunciados pero que todavía no han iniciado su andadura.
Para Chaves, las citadas reformas guardan "numerosos puntos en común". "Mientras el PSOE entiende que las cinco son positivas, la dirección nacional del PP se ha mostrado del todo contraria a cualquier iniciativa reformista --denuncia--. La directriz de Mariano Rajoy ha sido muy clara, tan clara, por cierto, como lo están siendo sus dificultades para imponerla a las distintas direcciones regionales de su propio partido".
BALEARES Y VALENCIA: "OÍDOS SORDOS".
De hecho, agrega, "los gobiernos 'populares' de Valencia y Baleares han hecho oídos sordos a la estrategia antirreformista de la dirección nacional del partido y han impulsado sus propios procesos de modernización estatutaria". Añade que, además, lo han hecho contando con el "consenso activo" del PSOE en esas comunidades, "muy al contrario de lo que está sucediendo en Andalucía".
"Los aprietos de Rajoy para imponer su estrategia contraria a las reformas han tenido, de hecho, su más reciente expresión en Aragón, donde el PP en la oposición ha apoyado el proceso impulsado por el presidente socialista, Marcelino Iglesias", apunta.
Así, Manuel Chaves contrapone el "talante abierto a las reformas que están mostrando estos dirigentes regionales del PP" con la "contumacia inmovilista de Javier Arenas en Andalucía" y ello pese a que "la ambición y los contenidos de la reforma andaluza son impecablemente constitucionales y perfectamente equiparables a los de otros territorios".
El dirigente socialista señala que los partidos en Baleares o Aragón, como antes en Valencia, han hecho "algo muy sensato, ponerse de acuerdo en lo fundamental y dejar las discrepancias para irlas resolviendo en el Congreso de los Diputados".
Así, precisa que en Baleares el PSOE rechaza la cláusula que "defiende el PP" y que "obliga al Estado a invertir 3.000 millones en esa comunidad durante los próximos diez años". Que el PP defienda este aspecto en Baleares, visto su comportamiento ante el 'Estatut' catalán, pone a su juicio de manifiesto que los 'populares' parecen "tener una interpretación bastante elástica del concepto bilateralidad".
ARENAS FRENTE A CAMPS Y MATAS.
Chaves denuncia la actitud "extremadamente grave" del PP respecto al Estatuto andaluz y recuerda que este partido votó en contra de su toma en consideración en el Congreso.
"Arenas ha llegado a decir que si el PP habla del Estatuto es porque yo me he empeñado en ello, dado que es algo que por lo visto 'no interesa a nadie' --comenta--. Ya metido en faena, Arenas también debería explicar por qué a los presidentes Camps o Matas sí les interesa la reforma y por qué a él no".
Con estos argumentos, sostiene que "en igualdad de condiciones y ante propuestas homologables" los socialistas mantienen "interpretaciones homologables". "Otros no pueden decir lo mismo", afirma.
INTERPRETACIONES Y MENTIRAS.
En cuanto a Cataluña, Manuel Chaves cree que también en este caso el PP "elude deliberadamente los incómodos hechos para sustituirlos con aberrantes interpretaciones a la carta que no convencen ni a sus propios votantes".
Así, acusa a los 'populares' de intentar contrarrestar el "nítido respaldo" en el referéndum al 'Estatut' con "interpretaciones deslegitimadoras" de sumar "codiciosamente la abstención al escuálido no".
A su juicio, el PP ha decidido "unilateralmente" que los hechos, puesto que "no secundan su estrategia, dejen "de ser sagrados". "Los ha sustituido por las interpretaciones" que "son libres" pero dentro "de un límite", dice. "Si éste se sobrepasa, dejan de llamarse interpretaciones y empiezan a llamarse mentiras", finaliza.