Cinco años y medio de prisión para un hombre por intentar matar a otro en la zona de vinos de Torrelavega

Actualizado: viernes, 1 diciembre 2006 15:25

SANTANDER, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a cinco años y medio de prisión a Juan I.M. por un delito de homicidio en grado de tentativa contra otro hombre en la zona de vinos de Torrelavega, en noviembre de 2005.

El procesado, -quien se da la circunstancia de que el pasado mes de noviembre fue condenado a una multa de 1.080 euros por colocar dos pegatinas contra el PP en las elecciones del 25 de mayo de 2003 en un colegio electoral en Torrelavega-, deberá también de indemnizar a la víctima en 30.454 euros.

Pese a que la Fiscalía solicitaba una pena de siete años y medio de cárcel por el delito, la Sala ha aplicado la atenuante de consumo de alcohol y de drogas.

De esta manera, se considera probado que el procesado, de 36 años de edad y con antecedentes penales, sobre las 2.30 horas de la madrugada del 27 de noviembre de 2005 se encontraba en la zona 'de marcha' de Torrelavega, cuando, a la puerta del pub 'El Motor', "inició una discusión por causas desconocidas" con la Javier G.C., "al cual no conocía de nada".

Entonces, Juan I.M. comenzó a agredir a la víctima, y, de repente, sacó "un objeto punzante", tipo "navaja", y "con claro ánimo de atentar con la vida de Javier", se lo clavó "en cuatro ocasiones", huyendo el acusado.

Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió "cuatro heridas inciso-punzantes toracoabdominales", una de las cuales afectó al pulmón izquierdo, "órgano vital", precisando "de atención médica de urgencia con intubación, ventilación mecánica, transfusión y drenaje torácico" en el Servicio de Politraumatizados de Valdecilla. Además, "a la lesión pulmonar se sumó una hemorragia profusa que agravó el riesgo vital".

El herido precisó de "70 días" para sanar de sus heridas, los cuales estuvo "impedido para sus ocupaciones habituales", habiéndole quedado de secuelas diversas cicatrices, una de ellas de 20 centímetros.

En la argumentación del fallo judicial, la Sala explica que "resulta clara la intención de matar" del acusado, lo que "se demuestra por la utilización de un arma blanca, que durante la pelea no se mostró con claridad, sino que permaneció semioculta por el puño".