SANTANDER, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La sección tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a cinco meses de prisión y a abonar 9.524 euros en concepto de indemnización, a un mecánico que golpeó a un piloto de rallys al que rompió dos dientes de un puñetazo.
La agresión se produjo después de que la víctima recriminase verbalmente a otro piloto del equipo del acusado su comportamiento agresivo tras disputarse una prueba de Karts.
La sentencia, hecha pública hoy, rebaja así la pena que solicitó el Ministerio Fiscal, dos años de prisión, al aplicar al procesado la atenuante "muy cualificada" de reparación del daño, toda vez que éste consignó judicialmente la cantidad de 9.382 euros antes de que se iniciaran las sesiones del juicio oral.
Los hechos por los que ha sido condenado Alejandro C.M., de 45 años de edad, ocurrieron en la tarde del 10 de abril de 2004, en el Palacio de Deportes de Santander, donde se acababa de desarrollar una carrera de exihibición de karts.
Allí se produjo una discusión entre dos de los pilotos que habían intervenido en dicha actividad deportiva, momento en el que una tercera persona, que se encontraba junto a la pista por ser también piloto de rallys, se dirigió hacia uno de los primeros para recriminarle de palabra su actitud agresiva e inapropiada.
En ese momento fue cuando el acusado, mecánico del kart del piloto que estaba siendo recriminado, "rápida y sorpresivamente", propinó a la víctima un fuerte puñetazo que le ocasionó un traumatismo craneal cerrado, con múltiples heridas en la boca y pérdida traumática de dos incisivos de la mandíbula superior.
REPERCUSIÓN ESTÉTICA "MÍNIMA"
La Audiencia, a la hora de determinar la pena a imponer al acusado, destaca que el 'modus operandi' del acusado no revela "una especial brutalidad" ya que hubo "un único y aislado puñetazo", "ciertamente de gran intensidad, pero enmarcado en un acto agresivo aislado".
Señala además que la repercusión estética del agredido ha sido "mínima, por no decir nula", ya que los dos incisivos que perdió fueron sustituidos por sendos implantes que, "al menos a simple vista, no permiten adivinar que no se trata de dientes auténticos sino de prótesis".
Indica finalmente que no consta que el agredido soporte alguna discapacidad funcional en la masticación como consecuencia de los implantes que le fueron colocados y subraya, respecto a la indemnización a imponer, que si bien los días que precisó la víctima para curar las lesiones fueron 114, no todos ellos fueron impeditivos para el ejercicio de sus ocupaciones habituales.
Destaca al respecto que, "escasamente un mes después de la agresión", la víctima participó en el Rally Cantabria Infinita, y posteriormente, en el Rallye de Avilés, y subraya que un piloto "conduce al límite y debe estar en plenitud de facultades para poder hacerlo en condiciones", por lo que estima en 34 los días impeditivos y sitúa en 9.524 euros, más intereses, la cuantía de la indemnización, que la acusación particular había elevado a 16.024 euros.
Además, aprecia como "muy cualificada" la atenuante de reparación del daño por parte del acusado, al señalar que consignó antes del juicio la cantidad 9.382 euros a dicho fin, siendo ésta una cantidad superior a la solicitada por el Ministerio Fiscal. Igualmente, destaca que vistos los ingresos medios del procesado, éste realizó un esfuerzo económico "considerable" para reparar el daño causado.
