Cinco de los presuntos 'narcos' detenidos en la 'Operación Planeta' se declaran culpables pero disconformes con la pena

Actualizado: lunes, 17 abril 2006 16:32

Otros cuatro imputados, entre ellos los progenitores del clan de los 'Aquilinos', se desmarcan de los hechos y defienden su inocencia

VALLADOLID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

Cinco de los presuntos 'narcos' detenidos en octubre de 2005 en Valladolid capital en el marco de la denominada 'Operación Planeta', que se saldó igualmente con la detención de otras cinco personas, reconocieron hoy su culpabilidad ante la Audiencia Provincial, donde se celebró la primera jornada del juicio, pero se mostraron disconformes con las penas solicitadas para ellos por el Ministerio Fiscal y que, sumadas, se elevan a 35 años de privación de libertad.

De forma sorprendente, incluso para sus letrados defensores, los hermanos Luis Angel y Aquilino E.E, junto con sus respectivas esposas, Patricia F.E e Isabel B.C, además del joven Francisco Javier O.V, se acogieron a su derecho a no declarar pero, sin embargo, se mostraron conformes con los hechos que les imputa el fiscal, no así con las penas de prisión solicitadas, en concreto 9 años para el primero, 7 años para el segundo y su mujer y 6 para los otros dos imputados.

Por contra, el padre de los dos hermanos citados y patriarca del clan de los 'Aquilinos', Aquilino E.C, y su esposa, Raquel E.L, se desmarcaron de los anteriores y negaron cualquier implicación en la actividad de venta de droga que sus dos hijos y sus nueras realizaban desde dos pisos, un 4º izquierda y un 1º derecha, situados, respectivamente, en los números 1 y 3 de la calle Neptuno, en el barrio de La Victoria.

Así, Aquilino E.C. y Raquel E.L, rechazaron dedicarse a labores de vigilancia en los alrededores de las viviendas de sus hijos y explicaron que el día de la detención acababan de bajar de su piso, situado en la calle Villanubla, muy próximo al de los anteriores, con el fin de montar en su vehículo y trasladarse a la Plaza de Tenerías para someterse a tratamiento de rehabilitación ya que meses antes habían sufrido un accidente de tráfico.

El patriarca del clan, en declaraciones recogidas por Europa Press, incidió en que desde hacía más de cinco meses no se hablaba con sus hijos, con los que acostumbraba a discutir e incluso había llegado a las manos, y aseguró que se ganaba la vida con el negocio de compra-venta de vehículos de segunda mano, actividad que, fundamentalmente, desarrolla en una explanada próxima a su vivienda y que se encuentra ubicada en la plaza de San Bartolomé.

En esta misma línea, otro de los imputados, Juan C.R, quien no tiene ningún vínculo familiar con el resto de procesados, alegó dedicarse a la misma actividad que el anterior y negó cualquier implicación en la actividad que venían ejerciendo los cinco 'narcos' confesos.

De hecho, aclaró que el día 5 de octubre del pasado año, fecha que supuso la culminación de la 'Operación Planeta', fue detenido cuando acudió a casa de Aquilino E.E. para solicitarle la documentación de un turismo Citroën Xantia que le había comprado tres días antes y por el que había desembolsado 900 euros.

El declarante, en un intento por demostrar su inocencia, recordó a la Sala que por aquel entonces su situación económica era "ruinosa", hasta el punto de que debía 1.400 euros del alquiler de su vivienda, situada en Zaratán, e incluso le habían cortado el gas por impago.

CREIA QUE ERAN ATRACADORES

La versión exculpatoria más pintoresca fue la aportada por el joven José B.C, quien el día de los hechos fue detenido por arrojar una mochila con droga desde la vivienda de su hermana, Isabel B.C, a un patio interior. Al respecto, el imputado explicó que había ido a visitar a su hermana y que ésta, antes de salir de casa y correr escaleras abajo, le dijo que se encerrara en la vivienda y se deshiciera del macuto si veía subir "gente rara".

"Hice lo que ella me dijo. Yo no pregunté nada y desconocía que en el interior había droga. Creí que la mochila estaba llena de billetes y que quienes subían eran atracadores", insistió el acusado, en referencia a que los policías que practicaron el registro no iban uniformados sino de paisano.

Con carácter previo a las declaraciones de los imputados, tanto de los cinco que reconocieron los hechos como de los otros cuatro que defendieron su inocencia, el Ministerio Fiscal y la defensa de un décimo imputado, Juan Carlos E.E, del clan de los 'Aquilinos', llegaron a un acuerdo para que a éste, a quien se pedía una multa de 540 euros por una falta contra el orden público, le fuera impuesta finalmente una sanción pecuniaria de 270 euros.

La sentencia de conformidad en este caso se debe a que la conducta imputada al joven, quien por ello pudo dejar el banquillo de los acusados, no guarda ninguna relación con el delito contra la salud pública que se atribuye al resto de acusados. Dicho joven, al enterarse en su día de que habían detenido a sus padres y hermanos, gritó a los agentes la frase del siguiente tenor: "¡os voy a meter ochocientas puñaladas, ya nos veremos sin uniforme!"

Durante la primera jornada del juicio, las defensas trataron, sin éxito, de que la Sala declarara nulos los autos de entrada y registro y, por consiguiente, absolviera a los acusados, alegando vulneración del derecho a la inviolabilidad del domicilio y el derecho a la tutela judicial efectiva y a un proceso con todas las garantías.

La 'Operación Planeta' se saldó con la incautación de 26,78 gramos de 'coca', 14,54 de heroína, 21,60 de hachís, 15,70 de cannabis, dos básculas electrónicas de precisión, diversos utensilios impregnados de droga, multitud de bolsas de plástico y 7.589 euros.

Además, la policía ocupó una pistola de fuego real con 46 cartuchos, propiedad de Luis Angel E.E, tres vehículos (BMW, Peugeot 306 y Citroën Xantia), distintos teléfonos móviles y diversas agendas con información que se correspondían con la contabilidad de las sustancias vendidas, con referencia a nombres o motes de clientes, cantidad en gramos y precio.