BARCELONA 24 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, negó hoy de forma "rotunda, contundente y absoluta" que la federación nacionalista condicionara su voto al Estatut en Cataluña a que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, no volviera a ser candidato, tal y como explicó anoche el propio president, y atribuyó estas declaraciones a la "desesperación personal de Maragall", que "debe percibir que su carrera política llega a su fin".
En declaraciones en el Parlament, Puig aseguró que Maragall "no aguantaría la mirada a Artur Mas" manteniendo sus declaraciones en las que aseguró que en agosto de 2005, cuando CiU era determinante para aprobar el Estatut en Cataluña, la federación nacionalista condicionara su voto a que "yo prometiera que no me volvería a presentar", algo que Maragall no habría aceptado.
Puig atribuyó la "revelación" de este "secreto", tal y como lo definió Maragall, a la "lucha desaforada" que está llevando a cabo el presidente de la Generalitat para su "supervivencia política" y a un "intento de obviar la desconfianza que le tienen en su propia casa". "Que no busque enemigos externos a la falta de credibilidad que tiene en el PSOE y en el aparato municipalista del PSC", añadió.
Según Puig, CiU no aceptarla la "imputación de los males que afectan al presidente" y el "rechazo que genera en su propio partido y la sociedad catalana", aunque admitió que será difícil lograr que Maragall se retracte, por considerarlo "incapaz para hacer una rectificación basada en el sentido común".
"Maragall dibuja escenarios de confusión que su propio partido desmiente", dijo y admitió que CiU se siente "impotente para parar la permanente confusión del presidente de la Generalitat".
Ante tal situación, Puig insistió en que Maragall "ponga fin" a esta situación y convoque elecciones lo antes posible para acabar con la "política de muy baja calidad" que se ha instalado en el Gobierno catalán.