BARCELONA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, anunció hoy que su grupo "tratará de impedir" la "chapuza jurídica" que, a su entender, supone la creación de una vicepresidencia en el Gobierno catalán, como prevé la nueva Entesa para el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, y para ello recurrirá a "todos los medios políticos, institucionales y jurídicos" de que dispone e incluso, en última instancia, se plantearía la vía judicial. Para empezar, CiU pedirá un informe del Consell de Garanties Estatutaries y al Gabinete Jurídico Central de la Generalitat.
Puig aseguró que "no es intención de CiU iniciar una batalla jurídica", pero se mostró decidido a "impedir" la creación de una figura gubernamental que aseguró que "no es sólo alegal sino ilegal", dado que " no está contemplada en la explicitación jurídica que del ordenamiento de gobierno hace el Estatut de 2006".
La federación nacionalista dispone de "dos o tres informes jurídicos" que sustentan esta conclusión, señalando que, así como el Estatut de 1979 "tenía una interpretación flexible y no regulaba de forma concreta del gobierno", el nuevo texto estatutario aprobado este año "deja muy clara cuál ha de ser la composición del Gobierno y las posibles delegaciones del presidente, permitiendo sólo que delegue sus funciones de forma temporal y transitoria en consellers, si no se trata del 'conseller primer'".
"No existe ninguna posibilidad de crear la figura del vicepresidente" y su "creación por decreto" como prevé el nuevo Gobierno de Entesa Nacional pel Progrés "no es sólo alegal sino ilegal", aseveró Puig, pero rechazó "empezar la oposición amenazando con ir a los tribunales", una vía que aseguró que se plantearán en el último momento, no sin antes "levantar la voz con serenidad y contundencia".
"Una vez se hayan pronunciado los organismos pertinentes del Parlament y de la Generalitat, para garantizar que el gobierno no haga actuaciones irregulares", y "si finalmente se acaba tomando la decisión" de crear la vicepresidencia "superando estas observaciones, acabaremos decidiendo si se ha de emprender la vía judicial o no", advirtió, e instó a Carod a "no hacer el ridículo institucional" de aceptar "un cargo que no tiene base jurídica" en la que apoyarse.
"USAREMOS TODOS LOS MECANISMOS".
Puig advirtió también que, una vez superado el debate estatutario que obligaba a CiU a velar por el consenso y "no tensionar todos los mecanismos" institucionales de qué dispone en el Parlament para efectuar su tarea de oposición, en esta nueva legislatura la federación está dispuesta a "usar todos los mecanismos que prevé el nuevo reglamento del Parlament para hacer seguimiento y control" de la acción del Gobierno.
"No querría que lo interpretasen como una amenaza de comisiones de investigación, pero lo que es evidente es que deberemos actuar con contundencia y firmeza" ante "un gobierno con menos fuerza moral, más contradicciones y menos peso parlamentario" que el anterior, y al que ya no le ata la necesidad de acordar un Estatut, señaló.
MAS ES EL "LÍDER MORAL" DE CATALUNYA.
Puig se mostró convencido de que, pese a la configuración de un gobierno con presidente socialista, Artur Mas "ostenta el liderazgo moral del país", y denunció que el "principal objetivo" del PSC al optar por la mayoría de izquierdas es "cerrar el paso y destruir a una formación política que siempre les ha molestado, que es el catalanismo político de CiU". Para Puig, los socialistas "han intentado siempre destruir a CiU" a lo largo de la historia democrática catalana "y ahora lo hacen con una coalición de perdedores".
Asimismo, consideró que con esta estrategia "Montilla se está ganando la desconfianza de los ciudadanos de Catalunya y de los de fuera" y denunció que "nadie puede otorgar autoridad moral al candidato más derrotado en estas elecciones, que se erige en presidente de Catalunya sin haber ganado las elecciones en votos ni escaños y que está configurando un gobierno que tiene como único objetivo no provocar escándalos".
En este sentido, aseguró que CiU "no discute la legitimidad" del nuevo Gobierno y admite que es una fórmula "democrática", pero sí "discute su autoridad moral", insistiendo en que el "liderazgo moral" del país sigue estando en manos de CiU pese a estar en la oposición.
"MERIENDA DE NEGRITOS".
El portavoz de CiU denunció la "merienda de negritos" en la que, en su opinión, se ha convertido la negociación de los tres socios del nuevo gobierno para la estructuración del Ejecutivo y consideró que el "tripartito bis nace como un gobierno formalmente chapucero", con "un pasteleo" en el reparto de carteras "sometido a modificaciones para buscar equilibrios".
Ante ello, consideró que CiU "continua teniendo la necesidad de defender el prestigio de las instituciones catalanas" y anunció ya que la federación "defenderá en el Parlament las políticas que Catalunya necesita ante las hipotecas con las que nace" la Entesa y se refirió especialmente a la línea de muy alta tensión y al Cuarto Cinturón.