CiU pide a Zapatero que no ceda ante la Unión Mediterránea de Sarkozy por "buena" que sea la cooperación contra ETA

MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de CIU, Josep Antoni Duran i Lleida, pidió hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no haga "concesiones" a la propuesta del jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, de crear una Unión Mediterránea por muy "buena" que sea la cooperación en la lucha contra ETA con el país vecino y defienda por el contrario el llamado Proceso de Barcelona.

Durante su intervención en el Pleno del Congreso, el portavoz de CIU pidió al Gobierno una "clara posición contraria" a la propuesta de Sarkozy de una Unión Mediterránea porque "no le conviene a Europa y al Mediterráneo ya que no implica al conjunto de la UE". En su opinión, es el Proceso Euromediterráneo o de Barcelona "el que hay que fortalecer".

Según Duran i Lleida, "España y la ciudad de Barcelona han dado nombre al Proceso Euromediterráneo de la Unión Europea" por lo que el Gobierno español no puede "hacer ese favor" y apoyar la propuesta de Sarkozy "por buenas relaciones que se quieran tener con Francia" y "por buena e intensiva que sea la cooperación en la lucha contra ETA".

Para el diputado catalán, la propuesta es "una idea de escaparate, una idea condenada al fracaso" con la que el presidente francés busca "pretender situarse en un contexto en el que España tiene una posición privilegiada, que es el Proceso de Barcelona".

Por todo ello, reclamó a Zapatero, que mañana se reúne con Sarkozy y el primer ministro italiano, Romano Prodi, en Roma supuestamente para dar el pistoletazo de salida a los trabajos de reflexión sobre una nueva asociación euromediterránea, que "no haya concesiones, que la posición del Gobierno sea firme".

El Gobierno español ha expresado su respaldo a la propuesta de Sarkozy pero ha defendido la implicación de las instituciones europeas en ella, por lo que siempre ha puesto el acento en el adjetivo "euromediterránea". Lo que falta por ver es si esa nueva asociación implicará a los Veintisiete o sólo a los países ribereños europeos, como inicialmente propuso Sarkozy.