BARCELONA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Parlament, Felip Puig, dio hoy por iniciada la "subasta abierta" en las filas socialistas con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, como protagonista y denunció su "peregrinaje" a Madrid para consultar con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre su futuro político. Según Puig, esta visita evidencia que el PSC es "un partido sometido y subordinado al PSOE" a la hora de tomar decisiones sobre sus candidatos.
En rueda de prensa en el Parlament, Puig situó al PSC en una situación de "crisis profunda" donde el presidente está en subasta y "no sabemos quién le quiere y quién no". "Es como si se hubieran adelantado las rebajas de verano", dijo Puig, para quien la duda es "quien decide" el candidato del PSC y si el "peregrinaje" a Madrid es para recibir "el placet" de Zapatero.
Puig recordó a Maragall que "se debe al pueblo de Catalunya" y denunció que se pongan los intereses de partido "por encima del interés general". También hubo críticas al partido y avisó que el PSC "no puede someter a Catalunya a una ducha permanente de irresponsabilidad e incerteza por problemas internos"
Para el portavoz nacionalista, "no se puede jugar con el calendario" electoral y montar un "rifi-rafe por el candidato a costa de los intereses del país" y sostuvo que "en cualquier democracia consolidada" un gobierno sin mayoría y "que ha perdido toda legitimidad" convoca elecciones o se somete a una moción de confianza.
Por ello, exigió nuevamente a Maragall que "actúe con la responsabilidad que le obliga su cargo" y acabe con la incertidumbre del calendario electoral. Así, confían en que en la sesión de control del jueves en el Parlament Maragall anuncie la fecha de las elecciones y advirtió que "no nos sirve que diga que serán en noviembre".
Puig insistió en que "cuatro partidos, 93 diputados de 135 le están pidiendo que convoque elecciones cuanto antes" y le recomendó la disolución de la Cámara a finales de agosto para celebrar comicios a mediados de octubre como "límite máximo de la razonabilidad". La fecha señalada sería el 22 de octubre y recordó que CiU da por superado su compromiso de "lealtad institucional" hasta el referéndum.
NO DISTRAER AL ENEMIGO.
Sea quien sea el candidato del PSC o apuesten por el tándem Maragall-Montilla, Puig auguró que "no nos ganarán" y echó mano de una cita de un "estratega militar" para concluir que "cuando veas que tu enemigo se equivoca no lo distraigas".
Puig recordó que la oferta de los partidos del antiguo tripartito es una "crisis total" y situó, junto a los problemas del PSC, la deriva hacia "un ciclo de autodestrucción" en ERC. No obstante, confió en que los republicanos actúen con "cierta coherencia" en los dos plenos que restan al periodo de sesiones y dejen claro en sus votaciones si "mantienen o no el tripartito" pese a haber sido expulsados. También hubo palabras para la "'colla pessigolla'" de ICV y su incapacidad para ejercer responsabilidades de Gobierno.
Por su parte, el portavoz adjunto del PP en el Parlament, Daniel Sirera, insistió en que "lo único que le interesa a los catalanes" es la fecha de las elecciones y pidió a Maragall que "deje de pensar en el PSC, piense en Catalunya" y convoque los comicios cuanto antes para "acabar con dos años y medio de pesadilla". Por ello, anunció el apoyo del PP a la moción de CiU en este sentido.
Sirera rehuyó polemizar sobre la visita de Maragall a La Moncloa alegando que "cada uno es libre de hablar con quien quiera" para dilucidar su futuro político. No obstante, sí denunció que se ponga "las instituciones al servicio de los partidos" y acusó a los socialistas de "condicionar el futuro de Catalunya a la elección de su candidato".