Clos alerta de que hay un grupo "conocido" de unas 200 personas que se dedica a reventar actos por sistema en Barcelona

Actualizado: lunes, 20 marzo 2006 17:09

Considera que "una sobreactuación policial podría haber tenido consecuencias peores" tras el 'botellón'

BARCELONA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, achacó hoy los incidentes del pasado sábado en el Raval a un grupo "conocido" de entre "200 y 250 personas que aparecen en las convocatorias y que no tienen posicionamiento político pero que buscan la confrontación por la confrontación".

Antes de inaugurar una exposición en el Museu Picasso, Clos señaló que "una sobreactuación de la Guardia Urbana podría haber tenido peores consecuencias" y que el "problema" radica en "un grupo de unos 200 violentos, de Barcelona y del área metropolitana, que provocan incidentes y agresiones, prioritariamente a guardias urbanos".

Según el alcalde de Barcelona, este colectivo de violentos "se adapta perfectamente al dispositivo policial", por lo que ante situaciones como las de la madrugada del sábado "no existe una solución teórica perfecta".

Clos pidió no focalizar el tema en la necesidad de perfeccionar o no las actuaciones policiales y señaló que lo más relevante de este tema es que "estas personas aparecen aprovechando convocatorias y sin posicionamiento político buscan la confrontación por la confrontación".

Ante esta situación, consideró necesaria "una estrategia sostenida de actuación policial", porque "no se trata de un problema de una noche, es algo más serio, lamentablemente".

El alcalde de Barcelona prometió que el Ayuntamiento "luchará con todos los elementos que tenga en la mano para que no arraigue la agresión a la Guardia Urbana y cuerpos policiales" porque "se trata de un comportamiento agresivo e impropio de la actuación convencional".

Clos advirtió de que "no tolerará" este tipo de acciones violentas, porque "ya tuvimos un precedente muy grave", señaló en referencia a los incidentes ocurridos el pasado mes de febrero en la calle Sant Pere més Baix que acabaron con un guardia urbano herido grave y que todavía sigue en estado de coma.

"No se puede decir que la culpa de lo que ha pasado es de la Policía", señaló el alcalde, quien reclamó "no desviar el sentido del tiro". "No hay que focalizar el tema en si se deben perfeccionar las actuaciones policiales", indicó.

Respecto a la actuación policial, Clos mostró su "plena" confianza en los cuerpos de seguridad y señaló que el dispositivo que se desplegó fue "el que los mandos policiales consideraron necesario y suficiente".

"La Policía actuó de forma preventiva y no fue especialmente agresiva, ya que actuó con respeto", señaló Clos, quien advirtió de que "aunque sea una fuerza policial democrática, ello no legitima la agresión en su contra".

En referencia a una posible descoordinación entre la Guardia Urbana y los Mossos, aseguró que la Policía local "tiene como responsabilidad vigilar el espacio público, pero no el orden público".

Según Clos, el 'botellón', que se celebró en la Rambla del Raval "se llevó a cabo sin incidentes" y "cuando empezaron los incidentes violentos ya era una cosa de orden público". Sin embargo, advirtió de que "una sobreactuación policial podría haber tenido consecuencias peores".

"NO HE LEIDO LAS DECLARACIONES DE PORTABELLA".

Clos reclamó que "no se hagan afirmaciones gratuitas 'a posteriori' y aseguró "no haber leído" las declaraciones del segundo teniente de alcalde de Barcelona, Jordi Portabella, líder del grupo municipal de ERC y socio de gobierno que tras los incidentes consideró "insuficientes" las medidas previstas.

El alcalde anunció que el Ayuntamiento se personará como parte afectada en todos los procesos judiciales abiertos ante los detenidos por los altercados y señaló que los que sean identificados "recibirán las consecuencias previstas en la ordenanza sobre civismo".

Clos reclamó a los partidos políticos que "trabajen en consenso, para impulsar políticas de prevención y erradicación de este tipo de conductas violentas" en la capital catalana.

Ante esta situación, pidió colaboración a la Generalitat y al Gobierno central para que "ayuden con todos los mecanismos políticos y jurídicos" a su disposición para evitar que "Barcelona se convierta en la capital de estas actitudes".