El cofundador de ETA Julen Madariaga afirma que la banda no ha puesto ninguna condición para decretar el alto el fuego

Cree que presos, el fin de "la tortura" y una declaración como la de Downing street por Zapatero son las claves para consolidar la paz

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 25 abril 2006 15:27

BILBAO, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El cofundador de ETA Julen Madariaga afirmó hoy que la banda armada no ha puesto ninguna condición para decretar el alto el fuego permanente. Además, consideró que el tema de presos, el fin "de la tortura" y una declaración como la de Downing Street por parte del Gobierno de Zapatero son las claves para consolidar la paz.

En declaraciones a Europa Press, Madariaga consideró que la vía policial sólo es en un 10 o un 15% la responsable del debilitamiento de ETA y dijo que "la principal causa ha sido que la mayoría del sector social que apoyaba a ETA le ha retirado su confianza".

"Desde finales de la década de los 80, las sucesivas direcciones de la organización armada de liberación nacional, se fueron alejando de las bases de nuestro pueblo, desatendiendo y haciendo oídos sordos progresivamente a sus principales deseos, hasta que se produjo el divorcio completo a finales del siglo anterior. Por eso, creo que la victoria de este histórico hecho hay que atribuírselo principalmente a la sociedad vasca", aseguró.

A su juicio, por parte de ETA "y del sector de la izquierda abertzale que le es afín, la cosa va en serio" y que desean "sinceramente" encontrar una solución definitiva al conflicto. No obstante, expresó su "recelo y desconfianza" hacia el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, porque conoce "las fuertes presiones que éste está sufriendo dentro y fuera de su propio partido".

"FELONIA" DE ZAPATERO

En este sentido, recordó "el lamentable episodio del nuevo Estatuto de Autonomía" de los catalanes, "la felonía de Rodríguez Zapatero, quien tras comprometerse pública y solemnemente que respetaría y haría suya la mayoría del Parlamento catalán, se desdijo totalmente y, más grave aún, discutiendo y llegando a acuerdos no con el Gobierno catalán en funciones, sino con su oposición", dijo en alusión a CiU.

Por ello, señaló que "es más que probable que Rodríguez Zapatero intente blandir también entre los vascos ese dudoso 'divide et impera'". En su opinión, el alto el fuego "aclarará profundamente el panorama político" de los vascos.

"Partidos políticos, sindicatos y numerosos movimientos sociales podrán evolucionar con entera libertad y sin cortapisas, una vez desaparecida la espada de Damocles que se balanceaba sobre sus cabezas. Las distintas formaciones sociales podrán moverse espontánea y naturalmente. Sin duda, se darán cambios y recolocaciones. Se podrá realmente hacer política, nada más que política, al cien por cien", aseveró.

Tras indicar que "la tregua implica un hito trascendental", recordó que "nada definitivo ni importante se ha solucionado aún". "Ahora comienza la hora de la verdad. El nuevo proceso no ha hecho sino arrancar, será muy largo, le acechará más de una trampa, zancadilla y angustiosa marcha atrás", agregó.

Julen Madariada, que insistió en que ETA demoró el anuncio de cese de sus acciones violentas "intentando recabar y obtener dentro de sus filas el máximo de anuencia posible", reiteró "la necesidad absoluta, de que en un proceso como el que se acaba de abrir no hayan de contemplarse vencedores y vencidos" con el fin de no generar "revanchismo".

PRESOS

Asimismo, apuntó que "hay que reservar total prioridad a la penosa y espinosa cuestión de los presos" y dijo que "tendría que haberse resuelto antes de la proclamación del alto el fuego". "Por ejemplo, la liberación de ocho ó diez presos que se encuentren en prisión preventiva, gravemente enfermos, o habiendo cumplido ya las tres cuartas partes de la pena habría provocado en Euskal Herria una verdadera ola de distensión, facilitando enormemente la progresión de las negociaciones secretas-directas con vistas al alto el fuego", añadió.

A su juicio, "Zapatero habría podido hacerlo, además, sin cambiar una sola coma de las disposiciones legales en vigor: Constitución, Reglamento penitenciario, etc, dicho de otro modo, aplicando rigurosamente la Ley española actual". "Yo haría otro tanto, aunque 'mutatis mutandis', con respecto a todas las víctimas, vale decir, de uno y otro lado de la barricada", agregó.

Madariaga destacó que "la segunda prioridad consistiría, por parte de Rodríguez Zapatero, en impartir una orden a toda su Policía de continuar operando profesionalmente en su quehacer cotidiano con total independencia (detenciones inclusive), pero con la singularidad de que, a partir de ahora, toda tortura quedará absolutamente erradicada". "También esto sería de aplicación inmediata, sin necesidad de modificar ningún texto legal", manifestó.

Para el cofundador de ETA, el paso siguiente sería exigir al presidente del Gobierno "que efectúe una declaración solemne de contenido y características similares al Downing Street, es decir, reconocer que el contencioso vasco es de naturaleza política, no militar ni policial y que, por consiguiente, también su resolución habrá de ser política; que afecta al pueblo vasco, tanto del sur como del norte, y que únicamente serán todos sus ciudadanos, de uno y otro lado de la muga, los que habrán de pronunciarse".

"Zapatero tendrá que decir que se actuará conformemente al resultado que arroje la decisión soberana del pueblo vasco en su totalidad, y que esta misma decisión mayoritaria democrática será igualmente respetada por los gobiernos francés y español", indicó.

En esta línea, consideró "absolutamente indispensable involucrar en este proceso también a Francia" y criticó "la vergonzosa actitud de la Judicatura española después de proclamado el alto el fuego". Por último, señaló que "la insostenible parsiomonia" con la que actúa el máximo representante del Gobierno central puede "abocar que se nos pudra entre las manos" el proceso.

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