La Comunidad de Madrid detecta 18 modelos de juguetes potencialmente peligrosos, más de la mitad procedentes de China

MADRID 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un total de 18 modelos de juguetes han sido retirados por ser potencialmente peligrosos como consecuencia de alertas notificadas por la Comunidad de Madrid durante este año, informaron a Europa Press en fuentes de la Dirección General de Consumo.

Riesgo de asfixia, de quemaduras, de cortes y de heridas son los principales motivos que han llevado a la comunidad autónoma a limitar la comercialización de estos artículos, doce de los cuales habían sido fabricados en China.

Así, se emitió orden de retirada, por ejemplo, de una pistola cuyos proyectiles tenían una longitud menor a la reglamentada y podían causar asfixia; un columpio doble que podía producir lesiones; un rifle, por producir quemaduras o incendio como consecuencia del fogonazo que produce al disparar; un alfabeto magnético con puntas punzantes capaces de cortar; y una peluca de pelo rizado con dos orejas fácilmente inflamable.

Las alertas de productos inseguros se comunican a los fabricantes y distribuidores del artículo en cuestión para que procedan a retirarlo del mercado, y también a otras comunidades autónomas españolas, por si tuvieran en su territorio lotes del artículo peligroso.

LÁSER PELIGROSO PARA LA VISIÓN

Al margen de la categoría de juguetes pero siendo productos igualmente atractivos para el público infantil, la Comunidad de Madrid también ha notificado durante este año ocho alertas entre las que figuran tres modelos de puntero láser y una pistola también equipada con láser, por resultar potencialmente peligrosos para la vista; una calculadora de broma que presenta riesgo de descarga eléctrica y puede afectar a personas con ciertas patologías; y un encendedor, por peligro de quemaduras e incendio. Todos estos artículos menos el último proceden de China.

Los productos inseguros se detectan, fundamentalmente, en el curso de campañas de inspección y control llevadas a cabo periódicamente por los organismos de consumo, o bien a través de la información aportada por los propios productores y distribuidores tras realizar controles internos de calidad y haber detectado alguna incidencia que afecte a la seguridad de los consumidores.

Otra vía de advertir la presencia de un artículo irregular es la denuncia de consumidores afectados a raíz de accidentes sufridos durante el manejo del mismo o por tener sospechas sobre su peligrosidad.