PAMPLONA 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), formada por las comunidades españolas y las regiones francesas de ambos lados de la frontera, ha constituido un consorcio con el objetivo de gestionar los fondos del Programa España-Francia de Cooperación Transfronteriza (antes llamado Programa Interreg), para lo que se cursarán los oportunos trámites ante los gobiernos español y francés.
El comité ejecutivo u órgano rector del consorcio se han constituido en una reunión celebrada en Sukarrieta-Pedernales (Vizcaya) a la que asistieron representantes de las siete regiones pirenaicas. En esta reunión se adoptó el acuerdo de hacer una convocatoria para cubrir la plaza de director del consorcio.
La CTP agrupa a las comunidades autónomas del País Vasco, Aragón y Cataluña, la Comunidad Foral de Navarra, y las regiones de Aquitania, Midi-Pyrénées y Languedoz-Rousillon. Entre sus objetivos está el de realizar acciones comunes en materia de transporte, energía, agricultura y economía de montaña, promoción turística, protección medioambiental, ordenación del territorio y urbanismo, patrimonio rural y formación, todo ello dentro de las competencias propias de las regiones que forman la Comunidad.
En origen, la CTP fue creada bajo la figura de asociación de derecho francés sin personalidad jurídica, lo que se ha traducido en un conjunto de dificultades y problemas prácticos para la cooperación entre sus miembros. Desde 1997, se han llevado a cabo intentos para dotar a la Comunidad de personalidad jurídica en el marco del Tratado de Bayona (1995) y en este sentido se acordó dar a la CTP una forma de consorcio, en cuyo comité ejecutivo está representada Navarra por el director general de Asuntos Europeos y Planificación, José Ángel Zubiaur Carreño.
El nuevo consorcio se ha dotado de capacidad para realizar actos administrativos y de disposición de bienes, contraer obligaciones, obtener subvenciones y ayudas, reglamentar su propio funcionamiento, contratar personal, obras y servicios, y, en general, realizar todos los actos necesarios para cumplir sus objetivos. El consorcio se rige por un comité ejecutivo, que nombra a un director con poderes administrativos y de gestión, y está presidido por un presidente, elegido con carácter rotatorio y bianual entre los representantes de las regiones que forman el consorcio.
Para llevar a cabos sus fines, el consorcio dispondrá de fondos procedentes de las entidades consorciadas y de la Unión Europea, además de su propio patrimonio y de las donaciones y fondos que pueda obtener por cualquier forma admitida en derecho y que respeten el marco del Tratado de Bayona. El consorcio elaborará un presupuesto anual y su ejecución será sometida a auditoría externa independiente.
Hasta ahora, los fondos europeos y de las regiones dirigidos a los fines de la Comunidad de Trabajo tenían una gestión y control compartidos entre la región de Aquitania, que era la autoridad de gestión, y el Ministerio español de Economía y Hacienda, que era la autoridad de certificación y pagos.