Condenado el jefe de la Policía Nacional de Tudela (Navarra) a seis meses de cárcel por negarse a una etilometría

Actualizado: viernes, 20 noviembre 2009 17:51

El acusado dice que se negó a la prueba porque fue interceptado "en la calle, no en el vehículo" y que los insultos eran "con cariño"

PAMPLONA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El jefe de la Policía Nacional en Tudela, Félix de Benito, fue condenado este mediodía por el Juzgado de lo Penal Número 1 de Pamplona a seis meses de prisión y a un año y un día de privación del carné de conducir por el delito de negarse a realizar la prueba de alcoholemia, con la atenuante de embriaguez.

Asimismo, el titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona le condenó a 2.430 euros de multa, a 40 días de trabajo en favor de la comunidad y a un año y seis meses sin carné de conducir por un delito contra la seguridad vial. Por un tercer delito de falta de respeto a la autoridad, el juez condenó a De Benito a pagar una multa de 405 euros.

Los hechos ocurrieron el pasado 31 de octubre, cuando el mando policial fue detenido por agentes de la Policía Foral en Tudela al negarse a someterse a una prueba de alcoholemia. Según el juez, durante la vista "ha quedado plenamente probado" que el acusado "había ingerido alcohol suficiente para que estuviera afectado", que tomó un vehículo "propio de la Policía Nacional" y que condujo "por diversas calles bajo los efectos del alcohol".

El juez destacó que el jefe de la Policía Nacional de Tudela mostró durante el incidente "una actitud de desprecio hacia los funcionarios de la Policía Foral" a quienes "dirigió todo tipo de improperios y advertencias", además de "insultarles en reiteradas ocasiones".

Asimismo, señaló que, una vez en dependencias policiales, el procesado "continuó con su comportamiento intimidatorio y siguió negándose a hacerse las pruebas de alcoholemia a pesar de saber que tiene la obligación de someterse a la misma". Así, consideró que el comportamiento del acusado fue "absolutamente irrespetuoso", además de "bochornoso" dadas las circunstancias.

El titular de lo Penal número 1 de Pamplona puso de relieve el "uso y abuso" por parte del acusado de su condición de jefe de la Policía Nacional de Tudela, tal y como muestran, señaló, las grabaciones aportadas por la Policía Foral del momento que fue interceptado por los agentes después de "realizar un giro prohibido hacia la izquierda" en una rotonda.

El detenido, expuso el juez, se negó en todo momento a una etilometría y manifestó "reiterados insultos" y "advertencias" como "yo llevo 37 años trabajando y cuando tú comías sopitas de leche yo ya había detenido a once comandos de ETA a punta de pistola, esto no se hace entre compañeros".

INSULTOS "CON CARIÑO"

El acusado, Félix de Benito, defendió durante su declaración que se negó a realizar las pruebas de alcoholemia porque fue interceptado por los agentes de la Policía Foral una vez que había descendido del coche "y no cuando iba en él". Según señaló en la vista oral, fue "abordado" por los agentes del Cuerpo cuando "había aparcado y estaba caminando por la calle", motivo por el que insistió en que "no me paró nadie cuando iba con el coche".

"No accedí a hacerme la prueba porque entendí que estaba caminando y no estaba dentro del coche. Sé que es un delito no someterse a la prueba pero entiendo que si no estoy en el coche no me la tengo que hacer", señaló.

Según indicó, esa noche había cenado con un amigo en un restaurante oriental en el que bebió una cerveza, y aseguró que posteriormente sólo tomó un combinado en un bar. Así, defendió que estaba "en perfectas condiciones para conducir".

Por otro lado, y respecto a los insultos e improperios que manifestó a los agentes de la Policía Foral alegó que eran "con cariño" y que respondían a un momento de "tensión" y "de nervios". "Estaba super indignado y dije todo lo que se me venía a la cabeza", declaró, tras insistir en la idea de que los insultos eran fruto de "un calentón de colegas, propio de un lenguaje de colegas que tiene todo el mundo".

LOS AGENTES DICEN QUE ESTABA BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL

Por su parte, los agentes de la Policía Foral que declararon hoy como testigos, aseguraron que el acusado desprendía "un fuerte olor a bebidas alcohólicas" cuando fue interceptado después de "tomar mal una glorieta" y negarse a realizar la prueba de etilometría.

Según expusieron, el procesado trasladó "continuos insultos y menosprecios" a los agentes del Cuerpo policial y constataron que "estaba claramente influenciado por bebidas alcohólicas", ya que el acusado "desprendía un fuerte olor a alcohol, deambulaba, tartamudeaba, estaba en un estado de irritabilidad y se encontraba en una situación penosa".

Los agentes declararon que el jefe de la Policía Nacional les insultó en "reiteradas ocasiones" además de "menospreciarles" diciendo que "policialmente nos daba mil vueltas" y que "no soplaba porque era el jefe de la Policía Nacional".