MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a diez años de prisión a dos hombres de nacionalidad chilena que en noviembre de 2002 se adentraron en chalé de Aravaca y secuestraron a su dueña mientras le robaban objetos valorados en más de 21.700 euros.
Así lo acuerda la sección vigesimotercera de la Audiencia madrileña en una sentencia que condena a Daniel A.B. y a Carlos José S.F. como autores de un delito de robo con violencia e intimidación y con uso de arma y un delito de detención ilegal con la agravante de superioridad.
El fallo también condena a los encausados al pago de una multa de 90 euros como autores de una falta de lesiones. Además, los procesados deberán indemnizar a la víctima en más de 21.700 euros por los objetos sustraídos, en 488 euros por los daños que sufrió su vivienda y en 420 euros por los días en los que estuvo impedida debido a las heridas que sufrió.
ENTRARON EN EL CHALÉ A ROBAR
La resolución jurídica declara probado que el 14 de noviembre de 2002 Daniel A.B. --condenado en 2004 por un delito de robo con fuerza-- y Carlos José S.F., en unión de una tercera persona no identificada, se pusieron de acuerdo para adentrarse en el chalé propiedad de M.V.M.N., ubicado en la zona de Aravaca, con la intención de perpetrar un robo.
En ejecución de su plan, los procesados se presentaron en la casa de la víctima, rompieron la cerradura de acceso a la misma y cortaron la línea telefónica. Al adentrarse en la vivienda, se toparon con la propietaria a la que tiraron al suelo y propinaron varias patadas mientras le exigían que les desvelara el lugar en el que ocultaba todos los objetos de valor.
Tras golpear a la mujer, los encausados la trasladaron a la parte superior del chalé y la amenazaron con una escopeta de caza y con un hacha, al tiempo que le ataban las manos con unos pantys que encontraron en una de las habitaciones y le tapaban la boca con un calcetín.
Durante los 40 minutos que duró el cautiverio de M.V.M.N., los inculpados aprovecharon para sustraer diversos objetos de la casa. Acto seguido se dieron a la fuga, dejando a la víctima maniatada, situación en la que fue encontrada por su hija cuando ésta llegó del colegio. Como consecuencia del suceso, la mujer sufrió erosiones y contusiones.
LA VÍCTIMA RECONOCIÓ A LOS ACUSADOS
La sentencia, contra la que cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo, establece que los hechos han quedado probados por la declaración de la perjudicada que ha sido "constante y uniforme" a lo largo del tiempo. El Tribunal señala que la víctima apuntó a Daniel A.B. "como la persona que le agredió al entrar" y a Carlos José S.F. "como la persona que le ató".
"M.V.M.N. manifestó que vio claramente la cara a los tres, que no le cabía duda de que eran ellos con independencia de su nacionalidad, utilizando los acusados una jerga entre ellos para confundirla, no pudiendo inferir ningún dato que haga sospechar de la credibilidad del testimonio ofrecido por la víctima", explica la resolución jurídica.