CORDOBA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a 19 años de prisión a José Manuel J.R. como autor responsable de un delito de asesinato con la agravante de parentesco contra su mujer Laura Navarro a quien atacó de forma "sorpresiva, traicionera e inesperada".
Según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, ha quedado demostrado que José Manuel J.R. actuó de manera que "aseguró el resultado sin ningún riesgo para su persona con ánimo de conseguir el resultado sin ofrecer a la víctima posibilidad alguna de defensa, en cuanto que la atacó por la espalda, clavándole el cuchillo en la misma y la giró agarrada para clavárselo de nuevo en el pecho, causándole la muerte".
Asimismo, la resolución judicial entiende que José Manuel no sufría perturbación mental alguna, basándose en el informe pericial y testificación de los psiquiatras, al igual que la ingesta de pastillas de Orfidal "no es significativa". También señala que "tenía el firme propósito de dar muerte a Laura Navarro, ya que seleccionó de su domicilio el cuchillo de mayor tamaño y lo ocultó entre sus ropas durante un periodo prolongado de tiempo acechando a la víctima hasta encontrar el momento de su máxima indefensión".
También, la sentencia considera que los hechos cometidos por el autor son constitutivos de un delito de asesinato previsto y penado en el artículo 139.1, muerte con alevosía, ya que, según las declaraciones de los peritos, "la primera herida de la espalda, la víctima no pudo preverla y no aparecen en ella lesiones de defensa". Además, la testifical Ana María Ortiz, hermana de Laura, "vio cómo el acusado apuñalaba a su hermana y tenía cara de que era plenamente consciente de lo que hacía".
De otro lado, y en cuanto a responsabilidad civil, se condena al asesino de Laura a una indemnización para los padres de acogida de 45.000 euros a cada uno, a sus hermanos no biológicos 12.000 euros a cada uno, mientras que para los biológicos estima 10.000 euros. Además, le prohíbe acercarse o comunicarse con la familia de la fallecida durante un periodo de diez años.
José Manel J.R. se enfrentaba a peticiones de penas de prisión por la presunta comisión de un delito de asesinato que oscilaban entre los 23 años que solicitaban los padres de acogida de Laura Navarro, y los 19 años de cárcel que pedían, tanto el fiscal como la última acusación particular personada en el caso, la que ejercía la madre biológica de Laura Navarro en nombre de una hermana de ésta última, que era menor de edad cuando sucedieron los hechos. La Junta de Andalucía, que ejercía la acción popular, solicitaba 20 años de prisión.
Todas las acusaciones coincidieron en pedir que se condenara igualmente al acusado a que, una vez excarcelado, no se pueda acercar o comunicar, durante diez años, con los padres y hermanos de Laura Navarro. Precisamente, para la familia de acogida de Laura Navarro las acusaciones pidieron que el acusado las indemnice con cantidades que oscilan entre los 140.000 euros que solicitó el fiscal y los 252.000 euros que pidió la acusación particular.
Por su parte, la defensa de José Manuel J.R, que inicialmente pedía la libre absolución para su cliente, en base, entre otras cuestiones, a la supuesta enajenación mental que sufrió el acusado en el momento de dar muerte a su mujer, a raíz del veredicto del jurado, cambió su calificación y pidió al tribunal que se le impusiera la pena mínima por un delito de asesinato, que oscila entre los 15 y los 20 años de prisión, a lo que añadió la petición de que, a la hora de dictar sentencia, se tuvieran también en cuenta las circunstancias personales del acusado, ya que éste se encuentra en una silla de ruedas.
Los hechos ocurrieron en los primeros días de febrero de 2004, cuando Laura Navarro, de 25 años, decidió abandonar su casa dos días antes de su muerte e iniciar los trámites para separarse de su marido, José Manuel J.R, de 28 años. Horas después, Laura Navarro, que iba acompañada por una de sus hermana, se encontró con el acusado, quien, tras una breve conversación sobre la situación económica de la pareja, la apuñaló con un cuchillo de cocina que llevaba escondido entre la ropa, clavándoselo primero por la espalda y luego en el pecho, procediendo minutos después a arrojarse al vacío desde su casa, en un sexto piso.
Resultó herido grave y le quedaron importantes secuelas permanentes que le mantienen en una silla de ruedas y que determinaron, inicialmente y durante meses, su tratamiento en el Hospital para Parapléjicos de Toledo.
