Condenan a cinco años de cárcel a un hombre que intentó matar a su esposa apuñalándola en Mataró (Barcelona)

Actualizado: miércoles, 3 mayo 2006 20:20

BARCELONA, 3 May. (EUROPA PRESS) -

La Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona ha condenado a cinco años de prisión a un hombre que intentó acabar con la vida de su esposa, con la que llevaba 24 años casado, apuñalándola varias veces con un cuchillo de cocina en la Ronda O'Donnell de la localidad de Mataró. El procesado había iniciado una relación extra matrimonial y había abandonado el domicilio conyugal, aunque seguía manteniendo relaciones con su mujer.

Los hechos ocurrieron el 9 de julio de 2003, cuando el procesado, Manuel M.F., de 49 años, abordó a su esposa, Antonia N.L., al salir ésta de una oficina de la compañía aseguradora a la que había acudido para liquidar unos recibos. El acusado quería hablar con Antonia sobre una denuncia que ella había interpuesto contra él por un delito de faltas.

El procesado sabía que Antonia debía acudir a dicha oficina, ya que el día antes llamó para interesarse por los recibos y le confirmaron que ella se pasaría por allí por la mañana. La esperó tomando un café en un bar cercano hasta que la vio salir. Entonces se acercó a ella y le dijo "que le había quitado a sus padres y a sus hijos", "que se lo había quitado todo", según declara probado la sentencia.

Cuando Manuel preguntó a Antonia si pensaba dejarle, ella respondió afirmativamente. "Pues lo siento por ti y por tus hijos", le dijo su marido. Manuel agarró a la víctima por el pelo y la tiró al suelo, donde le asestó una puñalada en el pecho y le causó heridas en los brazos, en el cuello y en la zona lumbar, sin parar de golpearla hasta que un hombre que pasaba por la zona consiguió separarlo de ella. "Ahora ya me puedes denunciar", se limitó a decirle a su mujer.

EL ACUSADO NO RECORDABA LOS HECHOS.

Durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona, el acusado explicó que no recordaba haber apuñalado a su esposa. "No tengo memoria ni constancia de ese hecho", dijo. Según el procesado, él sólo quería hablar con ella para arreglar la situación, ya que le había puesto una denuncia "falsa" y "sin motivo alguno".

El acusado reconoció que llevaba un cuchillo cuando fue a hablar con su mujer. Al parecer, su cuñado le había enviado un mensaje días antes y consideraba que debía defenderse de él. "Estaba cabreado por el mensaje que me envió, me tocó mucho la moral y mi intención era cortarle los huevos", aseguró.

El episodio que dio origen a la denuncia que Antonia puso contra su marido tuvo lugar en junio de 2002. Según explicó la víctima durante el juicio, una noche Manuel le dijo que pensaba salir con su amante y que quería que le esperara en el apartamento. Ella se negó y se marchó a casa de su hermana. El acusado regresó de madrugada y cuando vio que su mujer no estaba en el apartamento fue a buscarla a casa de su cuñada, donde empezó a tocar el claxon y los timbres de todo el bloque.

UNA PAREJA DIFERENTE.

Según el procesado, su vida en pareja era "un poco diferente a la de otros matrimonios". Manuel explicó que un año y medio antes de que ocurrieran los hechos él empezó una relación con otra mujer al mismo tiempo que convivía normalmente con su esposa, aunque ella lo sabía y lo aceptaba.

"Supongo que el hecho de que yo tuviese una relación paralela enfadaba a mi señora, pero ella nunca me dijo que quisiera separarse legalmente", señaló el acusado. La víctima, por su parte, aseguró que su relación empezó a ser "tensa" cuando él le confesó que tenía una aventura.

Según explicó, él le dijo que ella debía aceptar esa situación porque quería estar con las dos. "Al principio acepté porque me dijo que con el tiempo dejaría a la otra mujer", declaró Antonia.

Manuel convivió con su esposa hasta abril de 2002, momento en que se marchó a casa de su amante para vivir con ella durante siete meses. Pasado este tiempo, según declara probado la sentencia, el acusado se mudó a un apartamento que tenía alquilado en Caldes d'Estrac (Barcelona) y que compartía la mayoría de noches y fines de semana con su mujer, después de pasar el tiempo libre que tenía durante el día en el bar que regentaba su amante.

LA VÍCTIMA PUDO DEFENDERSE.

El Ministerio Fiscal y la acusación particular calificaron los hechos como un delito de intento de asesinato con la agravante de parentesco, aunque la Audiencia de Barcelona entiende que se trata de un homicidio en grado de tentativa inacabada, ya que la víctima pudo defenderse de la agresión.

La defensa, por su parte, solicitó la libre absolución del acusado por eximente completa de arrebato u obcecación. A este respecto, la Sección Segunda estima que "lo único que sucedió y determinó la acción homicida de Manuel M.F. fue su 'contrariedad' frente a la reacción de su esposa de no seguir con el 'menage a trois' y de seguir adelante, en cambio, con la denuncia que le había interpuesto por amenazas".

Según la sentencia, este hecho "desató su carácter agresivo y reacio a las frustraciones, es decir, a que las cosas no fueran como él tenía previsto". "Y, ello, evidentemente, no integra enfermedad mental alguna, sino sólo un rasgo de personalidad", añade.

La Audiencia de Barcelona ha decidido finalmente condenar a Manuel M.F. a cinco años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa inacabada con la agravante de parentesco. Además, el procesado no podrá aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 1.000 metros durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena impuesta, tal y como solicitaron las acusaciones.

Por otra parte, Manuel M.F. deberá indemnizar a su esposa con 10.000 euros en concepto de responsabilidad civil por las lesiones y secuelas padecidas.