MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a cuatro años y nueve meses de prisión a un hombre que en abril de 2005 se adentró en un chalé de Majadahonda, maniató y amenazó a la dueña del mismo y desvalijó el inmueble, apoderándose de objetos y joyas valorados en más de 43.000 euros.
Así lo acuerda la sección quinta de la Audiencia madrileña en una sentencia que condena a Fernando M.V. como autor de un delito de robo con violencia y uno de allanamiento de morada por los que, además de la pena de cárcel, deberá indemnizar a la dueña de la casa, A.J.S., en 43.628 euros y a E.C.D., una de las moradoras, en 12.400 euros por las joyas sustraídas.
La resolución jurídica declara probado que en la noche del 18 de abril de 2005 el imputado, acompañado de otras dos personas que no han podido ser identificadas, se dirigieron a una vivienda de Majadahonda. Después de trepar hasta la primera planta de la casa y tras romper puertas y ventanas, se adentraron en la misma.
Un vez en el interior del inmueble, los malhechores bajaron hasta la primera planta, donde se encontraba la cocina, lugar en el que encontraron a E.C.D., mujer a la que exigieron a punta de destornillador y empleando un cuchillo que subiera a la planta superior de la vivienda.
MANIATARON A LA DUEÑA
Al llegar a una de las habitaciones del chalé, el encausado y las dos personas que le acompañaban taparon la cara a E.C.D., poniéndole unos calzoncillos en la cabeza, le ataron de pies y manos con unos cordones y la colocaron boca abajo encima de una cama, al tiempo que la amenazaban para que les entregara las joyas que portaba.
Mientras la mujer permanecía retenida, el imputado registró el interior de la vivienda, apoderándose de joyas (tasadas en 12.400 euros), cinco teléfonos móviles, tres ordenadores portátiles, un ordenador de sobre mesa, dos cámaras de fotos, ropa, dos video consolas, dos bolsos de piel de cocodrilo y una caja de herramientas, entre otras cosas, objetos valorados en 31.140 euros.
"Hecho lo anterior, los ladrones volvieron de nuevo a la habitación donde se encontraba E.C.D., momento en que llamaron al timbre, saliendo los agresores de la estancia, apagando la luz y dejando a la mujer maniatada, huyendo del lugar", apunta la sentencia.
La resolución jurídica, contra la que cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo, considera que los hechos han quedado probados debido a la declaración de E.C.D. que relató "con detalles y claridad mecánica la mecánica de los hechos", sin caer en contradicción con lo dicho anteriormente.
