Condenan a un hombre a cinco años por abusar sexualmente de una amiga de su ex pareja sentimental en Fuengirola (Málaga)

MÁLAGA 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a cinco años de prisión a un hombre de 67 años de edad por abusar sexualmente de una mujer, amiga de la que fue su compañera sentimental nueve años antes, tras dormir a ambas echando una sustancia en la sopa que les sirvió de cenar. Además, se le prohíbe acercarse a menos de 500 metros durante el mismo tiempo a la víctima, a la que pagará 35.000 euros.

Los hechos sucedieron en la noche de San Juan de 2003 cuando, según se declara probado, los tres estaban en la casa del procesado, en el paseo marítimo de Fuengirola (Málaga). Tras tomar unas copas, el hombre sirvió unos cuencos con sopa que trajo directamente de la cocina "en los que había disuelto una sustancia" que no ha podido ser identificada.

Esto provocó en las dos invitadas una fuerte somnolencia y casi desvanecimiento, según la sentencia a la que tuvo acceso Europa Press. Así, llevó a una habitación a la que fue su pareja y a otra distinta a la amiga, a la que abrazó y besó apoyándola contra la pared. Luego, se colocó sobre ella y la penetró, provocándole dos desgarros y un hematoma, ya que era virgen.

Para la Sala, los hechos constituyen un delito de abuso sexual que el acusado cometió "sin emplear violencia o intimidación, pero anulando la voluntad de la perjudicada, haciéndole ingerir una sustancia que la llevó a la semi-inconsciencia", calificación alternativa del fiscal.

No obstante, no aprecia la existencia de agresión sexual, como calificó en primera instancia el ministerio público y la acusación particular, porque "es claro que no hubo violencia física ni intimidación directa que hiciera inútil la resistencia u oposición de la perjudicada".

En este sentido, el Tribunal estima que lo que existió fue "aprovechamiento de una situación provocada que impedía el consentimiento de la víctima", que denunció los hechos tras cinco días por el miedo y la confusión ante "lo insólito" de lo ocurrido.

En este sentido, considera "claras y determinantes" las declaraciones de la víctima en el juicio oral, que se han mantenido a lo largo del procedimiento "sin que exista motivos para pensar en animadversión u otra razón espuria contra el acusado".

Asimismo, también se han tenido en cuenta las manifestaciones de la otra mujer, que se sintió igualmente semi-inconciente y quien declaró que al final de la sopa notó que tenía un sabor raro y algunos pequeños elementos blancos y extraños. Además, dejó claro que su relación con el acusado terminó con normalidad por lo que convenció a la Sala de que no tenía mala fe en su actuar.