Condenan en Huelva a un ciudadano rumano a seis años de prisión por un delito de secuestro

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 3 agosto 2006 14:55

HUELVA 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a I.B. como autor criminalmente responsable de un delito de secuestro a la pena de seis años de prisión y al pago de la mitad de las costas procesales, si bien se le declara insolvente.

Según la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, los magistrados absuelven asimismo a la acusada L.A., amante del anterior, del delito de secuestro que se le había imputado y declaran de oficio la mitad de las costas causadas.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Ayamonte (Huelva) incoó sumario y dictó el auto de procesamiento contra ambos acusados, a quienes se les imputaron hechos constitutivos de un delito de secuestro solicitando doce años de prisión.

La sentencia refleja que en fecha indeterminada, en octubre o primeros de noviembre, la también ciudadana rumana N.L. conoció a un compatriota, del que se enamoró y con el que se trasladó a Huelva a vivir. El hermano de éste último, el acusado I.B., recogió a la pareja y los llevó a vivir a su casa en la localidad onubense de La Antilla (Lepe), donde también residía L.A., la segunda de las acusadas que posteriormente fue absuelta, y otras tres mujeres jóvenes igualmente extranjeras.

En días sucesivos los dos hermanos, que tienen encerradas a las cuatro mujeres y las controlan férreamente, las trasladan a diario a los distintos clubs de alterne de la zona, donde las obligan a prostituirse.

Según prosigue la sentencia, como al parecer la actividad no es todo lo lucrativa que se esperaba, los dos hermanos decidieron llevar a las mujeres a Lugo, donde consideraron que las expectativas de ganancias eran mejores.

CORTES EN LOS ANTEBRAZOS

Con el fin de que las llevaran a Galicia, una de las chicas se hizo a sí misma varios cortes en los antebrazos, por lo que su pareja se traslada a Lugo con las otras tres extranjeras, dejando a ésta en el piso de La Antilla con el acusado, que le no le permite salir, si no es estrechamente vigilada, para comprar tabaco.

A primeros de diciembre, la joven consiguió llamar por teléfono a su hermana, que se pone en contacto con el procesado, que le responde que si quiere recuperar a su hermana ha de pagar la cantidad de 5.000 euros.

Ante esta situación, la hermana se desplazó a Huelva desde Motril (Granada) y se personó en el Grupo Operativo de Extranjeros de la Comisaría de Huelva, donde denunció los hechos. Junto a tres funcionarios de este cuerpo de paisanos quedó citada con el procesado para hacer el intercambio del dinero y su hermana, momento en el que actuaron los policías que le ordenaron apearse del vehículo en el que había acudido.

Los magistrados continúan relatando que el procesado, lejos de obedecer, emprende velozmente la carrera circulando marcha atrás, arrastrando a uno de los funcionarios, hasta que se estrelló contra otro vehículo aparcado y quedó inmovilizado, momento en el que pudo ser detenido a la fuerza, puesto que ofreció resistencia a los funcionarios de la Policía.

A salvo la joven, los agentes comprobaron que se encontraba en un intenso estado de shock, con gran nerviosismo y poco después se marchó a su país.

Por todo ello, la sentencia indica que los hechos probados son legalmente constitutivos de un delito de secuestro por "detención ilegal de una persona, duradera en el tiempo, que cristaliza en la privación de libertad", y establece la condena de seis años de prisión para I.B. como autor criminalmente responsable y al pago de la mitad de las costas procesales.

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