Condenan a 8 personas por pegar a un hombre, que murió, tras reñir a unos menores en Madre de Dios (Sevilla)

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 5 mayo 2006 20:07

SEVILLA 5 May. (EUROPA PRESS) -

Las ocho personas, cuatro hombres y cuatro mujeres miembros de una misma familia, que apalearon a un hombre vecino de la barriada Madre de Dios de Sevilla el 20 de marzo de 2005, después de que éste regañara a unos menores que estaban lanzando objetos contra una ventana de su vivienda y que murió cinco días después, aceptaron hoy penas de dos años y de seis meses por delitos de lesiones y amenazas.

Ante tal conformidad, el juicio señalado para hoy en el Juzgado de lo Penal 1 de Sevilla no llegó a celebrarse, toda vez que los acusados reconocieron los hechos y se conformaron con la rebaja de la pena inicialmente solicitada por el fiscal, que ascendía a cuatro y cinco años de cárcel, así como a una indemnización para los hermanos del fallecido --éste era soltero y no tenía ascendencia ni descendencia-- de 100.000 euros.

Los hechos ocurrieron sobre las 21.30 horas del citado día, en la calle Brújula, cuando el después fallecido, Francisco A.M., salió a la ventana de su casa a recriminar a menores que lanzaban objetos contra la misma. Entonces, el padre de uno de los menores --y uno de los procesados-- se percató de la situación y acudió a la casa con un cuchillo y pidió a Francisco que saliera. Este accedió y, tras un forcejeo, la víctima le arrebató el cuchillo al procesado, que pidió auxilio al resto, que llegaron armados con palos de hierro, porras y una catana.

Apalearon a Francisco, mientras dos de las mujeres procesadas hacían desistir a quien lo intentara de auxiliar a la víctima, quien sufrió lesiones en el abdomen y contusión intestinal. Sin embargo, no acudió al médico, sino que se automedicó. Pasadas 72 horas, el día 23, sí fue a un centro médico, donde fue intervenido quirúrgicamente de urgencia por perforaciones intestinales y peritonitis, pero falleció a los dos días, el día 25, haciéndose constar que si hubiera ido al médico el día de los hechos se hubiera podido evitar el desenlace fatal, por lo que no se les imputó un delito de homicidio.

A uno de los procesados acusado del delito de lesiones se le consideró la atenuante analógica de drogadicción y, a todos --dos de los cuáles están en prisión preventiva desde su detención--, la reparación del daño causado, porque antes del juicio pagaron 40.000 euros de indemnización para los seis hermanos del fallecido. Una letrada que ejerce la defensa declaró que los procesados "están arrepentidos desde el primer momento y han hecho un sobreesfuerzo económico para subsanar el daño causado".

Por su parte, la familia del fallecido se mostró convencida de que los imputados fueron quienes le mataron y que esperaban que se les impusiera la máxima pena.

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