MADRID 24 May. (EUROPA PRESS) -
El Congreso de los Diputados da hoy el pistoletazo de salida a la reforma de la Ley Electoral con la creación, en la Comisión Constitucional que preside Alfonso Guerra, de una subcomisión parlamentaria encargada de proponer, en un plazo de seis meses, posibles modificaciones de la vigente legislación. No obstante, no será hasta la vuelta del verano cuando la subcomisión empiece a discutir de lleno las propuestas.
La creación de esta subcomisión obedece al compromiso adquirido con IU por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión mantenida en Moncloa en el mes de julio del año pasado, refrendada posteriormente en el acuerdo con el Grupo Socialista, concretado en octubre durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2006.
Gaspar Llamazares, el presidente del grupo parlamentario de IU-ICV y coautor de la iniciativa junto con el PSOE, situó el origen de sus demandas en "una necesidad, largamente defendida por IU, para que la desfasada Ley Electoral se adapte a las nuevas circunstancias y desde el Congreso de los Diputados se haga un estudio claro y constructivo para adecuar esta ley a unos criterios de proporcionalidad y representatividad que ahora están lejos de cumplirse".
Eso sí, los socialistas consideran que la Ley Electoral es una norma nuclear del pacto constituyente y que, por lo tanto, sólo están dispuestos a hacer cambios de calado si se cosecha el mismo consenso que obtuvo la norma en 1985, lo que implica el visto bueno de los dos partidos mayoritarios.
SISTEMA ACTUAL PERJUDICA A IU
Encajar las pretensiones del PP, que quiere potenciar las posibilidades del partido más votado garantizándole la opción de formar gobierno, con las ideas de los nacionalistas o las de IU, que se considera la formación más perjudicada por el actual sistema electoral, se presenta a priori muy complicado.
Además, los socialistas estiman que la fórmula que en ocasiones se ha planteado de aumentar el número de diputados de los 350 actuales a 400 --que no exige reformar la Constitución-- tampoco serviría de mucho en este sentido, puesto que en muchas provincias sólo salen elegidos diputados de los dos grandes partidos. Por eso, la pretensión de IU es aprovechar los 'restos' que se desechan sin fructificar en escaño, una idea de la que recelan las minorías nacionalistas.
Los socialistas tienen claro que respetarán la máxima de que la Ley Electoral no puede cambiarse en beneficio del partido que apoya al Gobierno y sin el consenso con la oposición. Por ello, asumen que quizá la subcomisión sólo sirva para cerrar acuerdos sobre aspectos puntuales como el voto de colectivos como los invidentes o los inmigrantes.