Conseller de Mallorca afirma que "quemaría 100.000 banderas catalanas" si se pudiese enmendar la guerra de Irak

PALMA DE MALLORCA 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Interior en el Consell de Mallorca, Joan Lladó, subrayó hoy que "quemaría 100.000 banderas catalanas" si se pudiese enmendar la guerra "ilegal" de Irak, que en su opinión sí constituyó un delito, en respuesta a las críticas lanzadas por el PP hacia sus declaraciones sobre la quema de una bandera española en Palma, a la que se refirió como "un trozo de tela".

Después de que los 'populares' le exigiesen que deje su cargo si no cree en la Constitución ni en sus símbolos, Lladó se reafirmó en sus palabras durante el pleno del Consell celebrado hoy y alegó que aludió a la enseña como un trozo de tela "porque lo es, y así consta en su composición química", por lo que abogó por despenalizar el ultraje a este tipo de símbolos.

"Hay que seguir el ejemplo de Estados Unidos, donde esto no es un delito y hay mayor madurez democrática", aseveró el también presidente de Esquerra en Baleares, quien agregó que su posición política en democracia "debe expresarse con total normalidad". En su opinión, sus declaraciones sobre la insignia rojigualda, pronunciadas durante la Festa de l'Estendart, son comparables a las palabras del cantante Nino Bravo "cuando decía que la alambrada sólo es un trozo de metal".

Asimismo, lamentó que estos hechos se consideren un delito cuando otras acciones "sí delictivas" no están penalizadas, como "la guerra ilegal que defendió vuestro presidente de honor" -dirigiéndose a los 'populares' en referencia a José María Aznar y a la guerra de Irak-. Al igual que, a su juicio, constituye un delito "los 3.100 millones que se van de nuestra tierra a Madrid y no vuelven".

Por último, después de que el PP lamentase que Lladó no reaccionaría igual si se quemase una bandera catalana, el líder republicano respondió que "quemaría 100.000" de estas 'senyeras' si pudiese enmendarse el conflicto bélico en Irak y sus consecuencias. Al mismo tiempo, consideró una "inmoralidad" desviar la atención informativa hacia este asunto y aseveró que mantiene sus convicciones.