VALENCIA 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sección Sindical CCOO en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), manifestó hoy en un comunicado que con la implantación anunciada por la gerente, Marisa Gracia, desde el pasado lunes, de un tercer turno de trabajo en los talleres de FGV para realizar las revisiones de los convoys durante la noche, la empresa "sólo pretende enmascarar el insuficiente mantenimiento, el deficiente estado del material rodante y la escasez de trenes para sacar adelante las frecuencias establecidas en la línea 1".
En esta línea, indicaron que "esta situación y los imprevistos actuales, son responsabilidad de los gestores de la empresa", al tiempo que manifestaron que las afirmaciones hechas por la gerencia de FGV de que "los trabajadores se han negado a asumir medidas organizativas tendentes a incrementar el mantenimiento del material rodante" son "rigurosamente falsas".
Al respecto, apuntaron que "después de una única reunión con los sindicatos, el pasado 17 de octubre, y sin otra comunicación", la empresa externalizó a una empresa privada las revisiones denominadas 'P1', revisiones que, según explicaron, "inciden, esencialmente, en el confort de los trenes, no en la seguridad".
Por el contrario, señalaron las citadas fuentes sindicales, las revisiones tipo 'R', "que sí tienen total incidencia en la seguridad y son de mayor calidad técnica, se suprimieron hace años, realizándose actualmente sólo de forma parcial e incompleta", aseveraron.
Por otro lado, remarcaron que "nadie en la dirección asume el elevado coste, y sonoro fracaso, de la decisión de reparar los motores de las unidades Wabcock-Wilcock en Inglaterra. Después de su paso por el Reino Unido --continuaron-- a día de hoy, tres de dichas unidades están inmovilizadas por haber sido una reparación inútil y costosa", subrayaron.
En este sentido, añadieron que "tampoco se asume el grave error que supuso desmantelar la sección de talleres, denominada 'bobinaje'", la cual, a juicio del sindicato, "podría haber reparado esos motores".
Asimismo, indicaron que CCOO en FGV "también trasladó a la dirección de la empresa la decepción de la plantilla, ante la fallida esperanza de que el desgraciado y triste accidente --ocurrido el pasado 3 de julio en la línea 1, y en el que fallecieron 43 personas-- al menos sirviera para remover algunas conciencias y formas de gestión en el seno de la empresa, así como de la asunción de responsabilidades", resaltaron.
"Por el contrario --apostillaron-- las promesas de atender, mediante el diálogo, las reivindicaciones en materia de seguridad se diluyen en el tiempo". Así, según apuntó el sindicato, "se siguen tomando decisiones unilaterales que no van a tener eficacia, buscando con ellas justificar ante la opinión pública que se hacen cosas", concluyeron.