Cortázar y Gustavo Bueno defienden la vigencia de España, frente al empeño del Gobierno Zapatero por "diluir" la nación

Actualizado: jueves, 20 abril 2006 23:55

SANTANDER, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El historiador Fernando García de Cortázar y el filósofo Gustavo Bueno defendieron hoy la vigencia de la nación española frente al empeño del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por "diluirla" y por actuar de "campana de resonancia" de ideas "minoritarias" que no habrían alcanzado la fuerza que ahora tienen si no fuera por la "vitola" que les han dado el PSOE e Izquierda Unida.

Los dos pensadores, patronos de honor de la Fundación DENAES para la defensa de la nación española, plasmaron estas reflexiones y otras críticas ante el auge de los nacionalismos con motivo de la presentación en Cantabria de DENAES, una fundación cuya constitución se formalizó el mismo día en que ETA anunció su alto el fuego, pero que venía trabajando en favor de la unidad de España a través de la Plataforma para la Unidad y la Libertad, que fue su germen.

En su intervención, García de Cortázar alertó de que la nación se encuentra actualmente ante "la batalla cultural más importante" desde el año 1978, debido al "esfuerzo" que se está haciendo por "someter a desautorización permanente la palabra España".

A su juicio, se trata de un momento de "peligro", después de "mucho tiempo tragando la humillación y vejación política y verbal de silenciar España" para hablar en su lugar del 'estado español' y también tras el proceso iniciado en las reformas de los estatutos para definir a las comunidades como nacionalidades. "Pobre Andalucía" que ahora va a ser una 'realidad nacional', lamentó al respecto.

A ello se unen, según dijo, otras expresiones que se han "colado" en el léxico "sin pagar ningún tipo de aduanas", que llevan a hablar de 'proceso de paz', cuando no ha habido una guerra; así como la "exageración artificial de las diferencias", cuando en España las diferencias no van más allá "del folclore o la gastronomía".

Para García de Cortázar, el "problema" y "la gran tragedia de España" es que los nacionalismos "han atraído a una izquierda torpe". Por ello, abogó por enviar al presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, y a otros socialistas "las obras completas de Pablo Iglesias", para que vean cómo se refería él a España.

Por su parte, Gustavo Bueno responsabilizó de la situación actual al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que se refirió como un "individuo" al que se le ha ocurrido "la empresa de diluir la nación española". También criticó al presidente andaluz, Manuel Chaves, por la propuesta de reforma del estatuto de Andalucía en la que se define a la comunidad como 'realidad nacional'.

"Es intolerable que esta gentuza diga estas cosas", sentenció el filósofo, quien en su intervención provocó repetidamente las risas del público asistente, entre otros motivos, por hablar irónicamente sobre Zapatero, Chaves o Moratinos como "grandes pensadores".