MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El cuarto imputado por los tartazos que la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, sufrió el pasado 27 de octubre en Toulouse (Francia) se ha negado a declarar tras comparecer ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, informaron fuentes jurídicas.
Mikel Álvarez Forcada, hermano del dirigente de Batasuna Joseba Álvarez, ha comparecido en compañía de su abogado, Gonzalo Boyé, en el Juzgado Central de Instrucción número 1 y se ha negado a responder a las preguntas que le iba a formular la fiscal Blanca Rodríguez.
El compareciente, portavoz del colectivo contra el tren de alta velocidad 'Mugitu!', se encontraba en el salón de actos en el que se produjo la agresión junto a los también imputados Julio Martín Villanueva, Gorka Ovejero Gamboa e Ibon García Garrido, y otras cuatro personas que no han podido ser identificadas por la Policía Foral.
SIN MEDIDAS CAUTELARES
A diferencia de los tres imputados, a los que impuso comparecencias judiciales semanales, la prohibición de salir del territorio nacional y la entrega del pasaporte, el juez Pedraz no ha impuesto medidas cautelares a Álvarez Forcada al no reclamarlo la petición de la fiscal.
Los cuatro están imputados por un delito de atentado contra la autoridad "por su presunta participación en estos hechos y en la rueda de prensa celebrada el día siguiente" de la agresión. Aunque el juez inició el procedimiento por el trámite del procedimiento abreviado esta semana lo transformó en sumario, por lo que los imputados podrían llegar a enfrentarse a diez años de cárcel.
En un auto dictado en noviembre pasado el juez Pedraz destacaba que Barcina debe considerarse "autoridad" en función de su cargo de presidenta de Navarra y recordaba que cuando se produjo la agresión se encontraba "en el ejercicio de las funciones propias de su cargo".
TRES TARTAZOS
Los hechos se produjeron el pasado 27 de octubre cuando Barcina participaba en Toulouse (Francia) en una reunión de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Según la resolución judicial, sobre las 16.30 horas Ovejero, que portaba "oculta en una carpeta una tarta", se acercó a la presidenta navarra y, "sacándola de forma sorpresiva, se abalanzó por delante" sobre ella "estampando la tarta en su cabeza".
"Inmediatamente después y mientras la citada se encontraba aturdida como consecuencia del impacto, se acercaron por su espalda Julio Martín Villanueva e Ibon García estampando respectivamente cada uno una tarta contra la presidenta de Navarra", continuaba el relato del juez Pedraz.
El instructor considera que estos hechos conllevan "el acometimiento, empleo de fuerza, intimidación grave o resistencia activa también grave", ya que, según explica, "acometer equivale a agredir y basta con que tal conducta se dé con una acción directamente dirigida a atacar a la autoridad". "Así pues, en el caso, los tartazos se constituyen como tal agresión", dice.
"BIENVENIDA COMO PRESIDENTA"
El colectivo Mugitu! reivindicó el pasado 27 de octubre la acción en un comunicado en el que decía que "la razón de los tartazos era agradecer los ímprobos esfuerzos que, como máxima responsable política de Navarra, estaba realizando (Barcina) para la imposición del TAV". Según afirmaban, la agresión era "una elegante manera de darle la bienvenida a su cargo de presidenta".
El magistrado interrogó el pasado 2 de noviembre a Barcina, aprovechando que se había desplazado hasta la Audiencia Nacional para acudir como público al juicio contra el el exjefe militar de ETA Javier García Gaztelu, 'Txapote', y otros tres etarras por el asesinato del concejal de UPN en Leitza José Javier Múgica.
La jefa del Ejecutivo navarro declaró que las tartas que le arrojaron le hicieron "daño" debido a "la dureza del merengue francés", según informaron a Europa Press fuentes jurídicas. También relató cómo se produjo la agresión e indicó que tras recibir el impacto de las tartas dejó de ver y tuvo que ser evacuada del salón de plenos en el que se celebraba la reunión. "No veía nada", aseguró.