Cuatro de los cinco acusados por la 'Operación Tudela' se conforman con penas que suman en su conjunto 14 años de cárcel

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 12 junio 2006 16:50

VALLADOLID 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Fiscal rebajó a un total de 14 años de cárcel, frente a los 24 iniciales, su petición global de pena para cuatro de los cinco acusados por tráfico de drogas cuyo juicio se inició hoy en la Audiencia Provincial de Valladolid, tras el acuerdo al que llegaron sus abogados con la acusación pública, mientras que mantuvo la petición de 6 años contra un quinto imputado.

Así, el fiscal, frente a los 6 años que pedía inicialmente, solicita ahora 4 años de prisión y multa de 100.000 euros para dos mujeres con iniciales Y.L.C.O. y E.S.L.R, de 28 y 26 años, colombiana y española, respectivamente, así como para un varón, A.M.F, de 32 años, como presuntos autores de un delito contra la salud pública.

Por su parte, a otra de las imputadas, M.S.R, de 33 años y también colombiana, la considera cómplice de los hechos, por lo que rebajó su petición a 2 años de cárcel y multa de 100.000 euros. Finalmente, mantuvo la petición de 6 años de prisión y la misma multa para D.H, hermano de Manuel Alberto A.G, a quien considera el cabecilla del grupo y contra quien se ha retirado la acusación tras su fallecimiento en diciembre del pasado año.

Los presuntos 'narcos' fueron detenidos en marzo de 2005, excepto D.H. que lo fue posteriormente en un control policial, en posesión de 624 gramos de cocaína y de otras sustancias, en el marco de la denominada 'Operación Tudela'.

De esta forma, la primera jornada de este juicio, que continuará mañana, se centró en la presunta autoría de D.H, puesto que el resto de los acusados se negó a declarar y aceptó por conformidad la pena que solicita el Fiscal.

La defensa de D.H. pidió la nulidad de las actuaciones, al entender que se vulneraron los derechos de su defendido con la grabación de las conversaciones, pero además considera que no hay pruebas de su participación en los hechos puesto que los únicos indicios son las conversaciones telefónicas. Asimismo, argumentó que éstas fueron transcritas de forma "sesgada" con un escaso control judicial y pidió el interrogatorio de un testigo para demostrar el modo de vida de D.H.

VENDÍA PATATAS Y AYUDABA A SU HERMANO.

El acusado, el único que declaró, aseguró que no traficaba con drogas y que sólo hacía algunos recados para su hermano, propietario de un restaurante en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero. Según su testimonio, no podía acceder a un contrato de trabajo al estar reclamado judicialmente, por lo que vendía patatas por pueblos y a restaurantes.

Este extremo fue ratificado por el testigo que solicitó la defensa, R.R, quien explicó que durante más de un año D.H. le acompañó en el trabajo para un tercero que les prestaba una furgoneta para repartir las patatas y se llevaban una parte del beneficio de cada saco, pero a finales de 2004 lo dejaron tras sufrir el testigo problemas de salud.

Durante la vista declararon también tres policías nacionales, quienes se mostraron convencidos de la participación de D.H. en el tráfico de drogas, conclusión a la que llegaron a través de las escuchas telefónicas, pese a que no lograran verle realizar transacciones.

Los agentes atribuyen al acusado labores de cobro a los morosos de su hermano e incluso el "amedrentamiento" a algunos de los "clientes" que no pagaban, aunque también le vieron transportar a empleadas del restaurante para el que supuestamente hacía recados.

Los policías explicaron que aunque se consideraba implicado a D.H. no siempre se solicita la intervención del teléfono de todos los investigados, pero de las conversaciones que mantenía con su hermano se deducía su participación.

Los acusados, excepto D.H, fueron arrestados en marzo del pasado año cuando, tras investigaciones iniciadas a finales de 2004, la Policía Nacional logró desarticular la supuesta red de narcotráfico que operaba en la capital y distintas localidades de la provincia.

Así, con el preceptivo mandamiento judicial, la policía realizó sendos registros en dos pisos ubicados el los barrios de Parquesol y Barrio España, después de haber sido sometidos estos domicilios a intensas vigilancias durante los últimos meses.

Además de los cinco detenidos, los agentes se incautaron de 624 gramos de cocaína, 369 gramos de Speed, 87 pastillas de éxtasis, 13 gramos de trozos de pastillas de éxtasis, 1.434 gramos de hachís, 10 gramos de marihuana, 1.279 gramos de sustancia de corte, 1 lata con 800 mililitros de acetona, 500 gramos de lactosa, 700 cápsulas vacías, una balanza de precisión, 5.510 euros en metálico, dos relojes, una videocámara, 15 teléfonos móviles y dos vehículos de gran cilindrada.

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