Debate (23).- Zapatero se declara "muy cómodo" con IU-ICV y confía en que su desacuerdo fiscal sea sólo un "bache"

Llamazares le replica que es "un socavón" que "enfría" sus relaciones y le insta a dejar la política "ambidiestra" y a aclarar sus alianzas

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 31 mayo 2006 16:31

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se confesó hoy "muy cómodo" en la colaboración parlamentaria que el PSOE mantiene con IU-ICV y mostró su deseo de que el distanciamiento entre ambos que ha traído consigo la reforma fiscal del Ejecutivo no sea más que "un bache más o menos profundo". Por el contrario, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, le avisó de que ese proyecto supone "un socavón" que "enfría" las "buenas relaciones" entre sus grupos y le instó a aclarar qué socios quiere tener hasta el final de la legislatura y a abandonar su estrategia "ambidiestra".

Zapatero aprovechó su debate con Llamazares y con el portavoz de IU-ICV, Joan Herrera, en el marco del Debate sobre el estado de la Nación para agradecer este grupo su actitud de "apoyo, respeto y diálogo" para con su Gabinete y para reconocer que con su "impronta" y su "capacidad de iniciativa", sobre todo en materias sociales, IU-ICV ha contribuido a la "política progresista y valiente" impulsada por el Ejecutivo.

"La nuestra es una política de izquierdas, sensata, de una izquierda del año 2006 y que tiene vocación de ser de izquierdas y de ser mayoría para el futuro. Tenemos la vocación compartir esa política con un grupo que es más de izquierdas que nosotros y que es una fuerza política con futuro", señaló en referencia a Izquierda Unida.

LA IZQUIERDA FAVORECE LA ECONOMIA Y REPARTE SUS FRUTOS

Tras reafirmar su voluntad de seguir colaborando con IU-ICV, el presidente pidió a Llamazares que reconozca los "logros" del Gobierno para demostrar que "una mayoría de izquierdas hace funcionar mejor la economía y reparte socialmente con decisión los frutos del crecimiento económico".

Sin embargo, Llamazares, quien explicó que seguirá apoyando los proyectos "de izquierdas", se afanó en dejar claro que su formación no avalará una reforma fiscal que, a su juicio, no favorece a los trabajadores y que, por ello, "rompe la alianza de fondo de la legislatura" porque "limita los cambios en política económica". En este sentido, recalcó que este proyecto supone "un socavón" que "enfría claramente" las relaciones entre el PSOE e IU-ICV e insistió en que con él el Estado dejará de recaudar entre 4.000 y 5.000 millones de euros anuales.

"No sé si bache o socavón", le contestó Zapatero, quien invitó IU-ICV a no desperdiciar la oportunidad que brinda esta legislatura para "avanzar en los valores progresistas en todos los ámbitos". El presidente rechazó por "exagerada" la palabra "derechazo" que Llamazares usó para definir la reforma y explicó que las arcas públicas recuperarán el dinero que dejarán de ingresar con el nuevo modelo fiscal porque éste redundará en un crecimiento de la actividad económica. Eso sí, reconoció que tras meditarlo, el Gobierno cambió de opinión y optó por "la neutralidad en el tratamiento del ahorro" aplicando un criterio de "justicia práctica".

Además, Zapatero replicó a Llamazares que cuando ofrece datos sobre el "positivo crecimiento del empleo" no es "triunfalista", sino "objetivo" y recalcó que su previsión de que hasta el 2008 un millón de empleos temporales se conviertan en indefinido no es "optimista", sino "prudente".

RIFIRRAFE CON LA VIVIENDA

Asimismo, respondió a IU-ICV que el Gobierno puede sentirse "razonablemente satisfecho" de sus políticas sociales, que el patrón de crecimiento está cambiando, que ha cumplido "al cien por cien" su programa electoral en lo que se refiere a investigación, y que la ayuda al desarrollo se duplicará en esta legislatura. "No es un merito del Gobierno, sino una obligación llegar al 0,7 por ciento del PIB en ayuda al desarrollo", agregó.

La política de vivienda fue otro de los puntos que centró el debate entre Zapatero y Llamazares. El presidente repasó las medidas en materia de vivienda puestas en marcha por su Gabinete, el esfuerzo presupuestario, su apuesta por el alquiler y la nueva Ley del Suelo, aunque reconoció que hace falta "un cierto tiempo" para que tengan efectos tangibles. No obstante, señaló que ya se ha empezado a moderar el incremento de los precios y destacó que el Gobierno se ha comprometido "con un problema tan difícil" que, recordó, también compete a comunidades y los ayuntamientos.

Por su parte, el líder de IU le emplazó a decir con claridad si el Gobierno va a penalizar o no las viviendas vacías, si va a bonificar el alquiler "y no al que alquila" y si realmente la Ley del Suelo va a ser "ambiciosa". En este punto fue cuando le avisó de que a IU no le "vale" la "política ambidiestra" del Ejecutivo y le emplazó a aclarar si piensa "seguir nadando para llegar a la otra orilla de la legislatura con las fuerzas de izquierdas o si va a estabilizarse en el centro". "Lo mejor es varear el río hacia la izquierda y no dejarse llevar a merced de la corriente", aseveró.

RECONOCIMIENTO HISTORICO A LOS SAHARAUIS

El líder de IU y el presidente del Gobierno también intercambiaron algunos reproches sobre política exterior, sobre todo en lo referente al conflicto del Sáhara. Así Zapatero insistió en que "sin prejuzgar el contenido", a su juicio, la "única solución" a este contencioso pasa por un acuerdo entre Marruecos y el Frente Polisario en el marco de la ONU. "Espero que su grupo contribuya a lo que puede ser esa solución dialogada", apuntó.

Ante la insistencia de Llamazares en la necesidad de defender el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y en reclamar que no se le trate como "moneda de cambio", el jefe del Ejecutivo resumió su postura proclamando: "Nuestro aliado de fondo es la ONU, nuestro reconocimiento histórico está con el pueblo saharaui y la relación con Marruecos es de interés para nuestro país".

Respecto a los avances en el federalismo que le reclamó Llamazares, Zapatero reiteró que el Gobierno abrirá en los próximos meses una ronda de contactos para evaluar la posibilidad de llevar a cabo una reforma de la Constitución y del Senado, pero admitió que la última palabra la tiene el PP y que si no hay acuerdo no "perderá el tiempo con este asunto".

CIERRE DE LAS NUCLEARES Y MEMORIA HISTORICA

Ya en respuesta Herrera, al que reconoció su empeño en convencer al Gobierno de la necesidad de superar la energía nuclear, el presidente garantizó que antes del final de la legislatura adquirirá un "compromiso concreto" para el cierre de las centrales, palabras que el portavoz de IU-ICV agradeció alabando que el Gobierno se haya impuesto al "lobby nuclear".

Asimismo, Zapatero confirmó que en "dos, tres o cuatro semanas", remitirá al Congreso el informe que servirá de base para la Ley de Memoria Histórica. "Vamos a tener una ley que debe ser entendida como un acto de normalidad democrática porque lo anormal sería no acoger en la democracia a quienes sufrieron por defenderla. Es así de sencillo", sentenció.

Por otra parte, el jefe del Ejecutivo defendió la reforma del Estatut, agradeció el papel jugado por ICV y aseguró que trabajará para que "los valores progresistas estén presentes en el Gobierno de cataluña". Por otra parte, mostró su deseo de que los grupos logren un acuerdo para reformar "cuanto antes" la Ley de Financiación de Partidos y suprimir las donaciones anónimas.

También en su contestación a Herrera, quien denunció la devolución de inmigrantes ilegales a países en conflicto, Zapatero insistió en que el incremento de penas no es un "bálsamo para prevenir comportamientos delictivos" y remarcó que "el Gobierno practicará la tolerancia cero contra cualquier acto de racismo o xenofobia que se pueda producir en este país".

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