MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó hoy una declaración institucional coincidiendo con el 25 aniversario de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981, en la que se equipara el papel desempeñado aquella jornada por la Corona con el de las demás instituciones democráticas.
La lectura de esta declaración fue propuesta por Izquierda Verde (IU-ICV), que animó al presidente del Congreso, Manuel Marín, a ocuparse del texto. Marín sondeó a los portavoces y delegó la redacción en su vicepresidente tercero, Gabriel Cisneros, en su condición de ponente constitucional y uno de los pocos diputados de entonces que aún permanecen en activo.
DE DOS FOLIOS A TRES PÁRRAFOS
Ese texto, que en un principio llegó a ocupar dos folios de extensión, fue cuestionado por ERC y Eusko Alkartasuna, que se quejaron de la mención al "papel determinante" del Rey en el fracaso de la intentona golpista del ex teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y cuestionaron las apelaciones a la vigencia de la Constitución.
Según el portavoz de ERC, Joan Tardá, la redacción "olía a viejo y caduco", el texto era "muy deficitario", manejaba conceptos "añejos" y no mencionaba el papel de los partidos políticos, ni la madurez de los sindicatos, ni de los medios de comunicación, ni de los gobiernos autonómicos.
Esta mañana, tras los contactos entre los portavoces, se llegó a una redacción definitiva de poco más de tres párrafos, en la que ya se eliminó la mención expresa al "papel determinante del Rey", sustituida simplemente por el comportamiento de "la Corona" equiparado con el resto de instituciones democráticas del Estado.
La declaración institucional, leída por el presidente del Congreso, es la siguiente:
ACTITUD "EJEMPLAR" DE LOS CIUDADANOS
"Hoy se cumplen 25 años del asalto al Congreso de los Diputados, la más grave intentona de violentar por la fuerza las libertades y de abortar el proceso democrático en España. La carencia de cualquier atisbo de respaldo social, la actitud ejemplar de la ciudadanía, el comportamiento responsable de los partidos políticos y de los sindicatos, así como el de los medios de comunicación y particularmente el de las instituciones democráticas, tanto la encarnada por la Corona como por las instituciones gubernamentales parlamentarias, autonómicas y municipales, bastaron para frustrar el golpe de Estado.
El Congreso de los Diputados comprueba con satisfacción que el frustrado golpe del 23-F se saldó con los efectos más adversos a los pretendidos por los conspiradores y supuso un decisivo fortalecimiento del orden democrático.
El Congreso de los Diputados, por medio de esta declaración retoma, hace suyos y actualiza los sentimientos por la libertad, por la democracia y la defensa de la Constitución clamorosamente proclamados en todos los pueblos y calles de España por millones de ciudadanas y ciudadanos en la inolvidable tarde del 27 de febrero de 1981".
HISTORICOS Y JOVENES
La lectura fue seguida desde la tribuna de invitados por personas que en 1981 tenían responsabilidades en la Mesa y la Junta de Portavoces del Congreso: Carlos Solchaga (PSOE), Soledad Becerril (UCD), Leopoldo Torres (PSOE), Miguel Angel Arredonda (Partido Andalucista), y el entonces secretario general del Congreso, Nicolás Pérez Serrano. Los invitados recibieron el aplauso de los diputados y se sumaron al que siguió a las palabras de Marín.
Además, estuvieron presentes siete miembros del Gobierno, entre ellos la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Desde las filas del PP se escuchó una voz resaltando la ausencia del titular de Defensa, José Bono.
También fue testigo un grupo de estudiantes que presenciaban la sesión de la tribuna y que no habían nacido en el momento de la intentona golpista. Sólo uno de ellos respondió con un tímido y brevísimo aplauso a la intervención del presidente de la Cámara.
A su salida, el ex ministro Solchaga comentó as los periodistas que, aquel 25 de febrero de 1981, "de alguna manera las instituciones, empezando por la Monarquía, respondieron al mayor ataque que ha sufrido la democracia y, al hacerlo, inocularon una especie de vacuna que sirvió para evitar nuevas tentaciones en el futuro".