El Defensor del Pueblo alerta sobre la rebaja de derechos de quienes optan por el castellano en Cataluña

Actualizado: jueves, 29 junio 2006 15:35

Pide a Cabrera garantías legales de una "presencia adecuada y suficiente" de la lengua castellana en los planes de estudio

MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Defensor del Pueblo ha trasladado a la ministra de Educación su preocupación con la "progresiva minoración" de las "libertades y derechos lingüísticos" de quienes optan por el uso del castellano en el ámbito educativo de comunidades como Cataluña, según consta en el informe de esta institución correspondiente al pasado año y al que ha tenido acceso Europa Press.

En el citado informe, el Defensor del Pueblo recoge que las quejas más frecuentes que ha recibido en torno a este asunto se centran en el ámbito educativo. Por ello, se ha dirigido a la ministra Mercedes Cabrera para sugerirle que valore la posibilidad de incorporar al proyecto de ley remitido a las Cortes las garantías "de una presencia adecuada y suficiente de la lengua castellana en los planes de estudio".

Asimismo, aboga por reconocer de forma expresa el derecho de los alumnos a recibir, "sin cortapisas de ningún tipo", la primera enseñanza en la lengua de su libre elección, así como el derecho de que la educación les sea impartida, en todo caso, "en una lengua en la que puedan comprender y asumir los contenidos".

Al margen, apunta la posibilidad de que se contemple el derecho de los alumnos a que, en determinadas circunstancias personales o sociales, se facilite el aprendizaje de la lengua cooficial y a que se les apoye cuando se incorporen tardíamente al sistema educativo de una comunidad autónoma con lengua cooficial propia.

En particular se refiere a Cataluña y señala que han recibido un "número considerable de quejas" que cuestionan el hecho de que la administración educativa catalana no informe "adecuadamente", según los reclamantes, a los padres de los alumnos del derecho de sus hijos a recibir la primera enseñanza en su lengua habitual, sea ésta castellano o catalán.

Los interesados han señalado en sus quejas que esta información se omite a lo largo del proceso de admisión y matriculación de los alumnos en los centros docentes sostenidos con fondos públicos. El Defensor del Pueblo recuerda que, ya en el año 2000, a raíz de la presentación de varias quejas de padres de alumnos que entonces comenzaban su escolarización en la comunidad catalana, se dirigió a la consejería de enseñanza para conocer los motivos por los cuales en los impresos de preinscripción en centros públicos catalanes no había espacio alguno para apuntar la lengua materna de los alumnos.

El departamento catalán de Educación justifica este hecho con el argumento de la discrecionalidad que les asiste aplicar la ley. El Defensor del Pueblo alega, por su parte, que sin cuestionar esta discrecionalidad sí debería tomar las medidas oportunas para que los derechos lingüísticos de los alumnos puedan ser ejercidos eficazmente.

RÓTULOS EN CATALÁN

El informe de 2005 de esta institución alude también a 550 quejas presentadas en las que se critica la creación, en ciudades como Barcelona, Girona y Tarragona, de las oficinas de Garantías Lingüísticas destinadas a facilitar las denuncias contra los establecimientos que no anuncien sus rótulos en lengua catalana o que carezcan de personal que atienda en esta lengua. Por este motivo, el Defensor del Pueblo se dirigió a la consejera de Comercio de la Generalitat de la que, asegura, no ha obtenido respuesta.

Por último, recomienda al departamento catalán de Salud que remitan las comunicaciones en lengua castellana a los usuarios del Servicio catalán de Salud que así lo soliciten. Un usuario de este servicio informó al Defensor del Pueblo de que los ciudadanos que como él desean relacionarse en castellano han de solicitarlo, caso por caso, pidiendo la traducción de cada documento concreto que les era remitido en lengua catalana.

El Defensor del Pueblo entiende, en contra de la opinión del Servicio catalán de Salud, que "no es razonable exigir a los ciudadanos, "incluso por razones de economía procedimental", que reproduzcan "permanentemente su solicitud de utilizar el castellano".