Los peritos que analizaron las pruebas aseguran que la "mala calidad" de vídeo impide determinar cuántas personas había en la conversación
SEVILLA, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El juicio que enfrenta al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y al diario 'El Mundo' por un presunto delito de injurias que dicho rotativo supuestamente cometió al publicar una noticia el 29 de noviembre de 2001 que acusaba a Chaves de espiar al que fuera presidente de la Caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea, ha sido aplazado hasta el miércoles porque las dos copias de la cinta de vídeo en la que el espía Antonio Castellano asegura que "entre Pino, Pizarro y Chaves" le mandaron a seguir a Benjumea y Beneroso han desaparecido, una de ellas por robo y la otra por extravío.
En este sentido, el secretario del Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla ya hizo constar en el año 2005 --aunque hasta el día de hoy no ha trascendido-- que "de las dos cintas sólo existe una dado que la otra fue robada de la caja fuerte del juzgado el 27 de julio de 2005". Añade además que el contenido de la cinta robada es "idéntico" al de la que se encontraba en el archivo general de efectos judiciales y que no aparece por causas desconocidas.
En declaraciones a los periodistas, la letrada de la defensa de 'El Mundo', Cristina Peña, aseguró que las dos cintas fueron enviadas a Madrid en el año 2002 para su cotejo por parte de la Policía Científica, cuyos agentes las mandaron de vuelta a Sevilla en 2003, aunque "no hay acta de recepción alguna en los juzgados sevillanos".
Ante tal inconveniente, el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla ha decidido aplazar la vista hasta el miércoles, cuando las partes podrán visionar el vídeo en cuestión si éste apareciera. En caso contrario, la defensa del director del citado rotativo, Francisco Rosell, y del periodista F.J.C. pedirá la nulidad de las actuaciones para que se retrotraigan hasta el momento en el que desaparecen las cintas "porque su visionado es fundamental".
Previamente, los peritos encargados de examinar las cintas en 2002, que han prestado declaración por videoconferencia, ratificaron que la edición de las mismas se hizo separando el audio y el vídeo y aseguraron que las dos copias tienen un contenido "idéntico", salvo dos fotogramas al final "que no afectan para nada al contenido".
Por su parte, las dos peritos que analizaron la acústica dijeron que la calidad de la señal no es "suficiente" para determinar el número de hablantes que hay, si bien precisaron que había "más de dos personas". Finalmente, la agente del Cuerpo Nacional de Policía dedicada también a analizar el sonido manifestó que en la grabación había varios interlocutores masculinos aunque se escuchan con "mala calidad".
