PAMPLONA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los tres detenidos por agredir a la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, en un acto en Toulouse (Francia) han afirmado que su citación por parte de la Audiencia Nacional busca "un castigo ejemplarizante para que nadie se atreva a protestar" y han agregado que "se pretende blindar a la clase política para que sea intocable y no tenga que dar cuenta a nadie de sus responsabilidades".
Los arrestados, Julio Villanueva, Gorka Ovejero e Ibon García, han afirmado que el lanzamiento de tres tartas contra Barcina para expresar su rechazo a la construcción del tren de alta velocidad sería considerada "una acción cómica de protesta en cualquier lugar del mundo occidental" y han criticado "el victimismo que raya en lo ridículo en el Estado español".
Gorka Ovejero y Julio Villanueva han leído un comunicado en euskera y castellano en una rueda de prensa frente al Parlamento de Navarra en la que han estado acompañados de una veintena de personas, entre las que se encontraban el cabeza de lista al Congreso por Amaiur, Sabino Cuadra; el ex dirigente de Batasuna Juan Cruz Aldasoro, y el portavoz de LAB en Navarra, Igor Arroyo.
Los tres arrestados han afirmado que en otros países su actuación "apenas tiene consecuencias legales" y han censurado "la criminalización de la oposición al TAV poniendo en bandeja de plata las cabezas de los tres 'tartalaris' a las puertas de la Audiencia Nacional, un tribunal de excepción herencia de la dictadura franquista".
El movimiento Mugitu, contrario al TAV, ha convocado para este sábado concentraciones de apoyo a los tres detenidos en País Vasco y Navarra (en Pamplona, a las 12.30 en Mercaderes), así como una concentración el miércoles 16 de noviembre a las 10 horas ante la Audiencia Nacional, coincidiendo con la declaración de los detenidos ante el juez.
En el comunicado que han leído, han afirmado que "se nos acusa de agresión, olvidando que el proyecto del TAV es la mayor agresión ecológica y socio-económica de toda la historia de Navarra y de toda Euskal Herria". "El TAV es un pastel que sólo en Navarra costará la friolera de 4.000 millones de euros, a repartir entre la banca rescatada con nuestro dinero, las empresas constructoras de los pelotazos urbanísticos y la clase política de las adjudicaciones fraudulentas y las dobles primas", ha dicho.
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