MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional ha detenido a diez miembros de una red de narcotráfico que se dedicaba a introducir grandes cantidades de cocaína en el Reino Unido. El grupo criminal, que también distribuía parte de la droga en Barcelona e Ibiza, utilizaba el doble fondo de camiones de gran tonelaje para transportar la cocaína, según fuentes del Ministerio del Interior.
Además de los diez detenidos, entre los que se encuentra el líder de la organización, la operación se ha saldado con la intervención de 65.000 libras y 71.500 euros (en total más de 145.000 euros), 35 kilos de cocaína y cuatro armas de fuego (dos pistolas, un revólver y una escopeta).
Para introducir la droga que el cabecilla de la red conseguía tras contactar con diversas organizaciones, el grupo utilizaba a transportistas 'subcontratados' para conducir los camiones. No obstante, varios miembros de la organización se encargaban de acompañar a los conductores en los viajes para evitar posibles robos o impagos y para dar seguridad al convoy.
El líder de la organización, que aun sin trabajar mantenía un tren de vida muy elevado, conducía vehículos de alta gama y tenía diversos pisos alquilados por toda la geografía española, se encargaba también de preparar los camiones para ocultar la droga y de suministrar estupefacientes a clientes fijos asentados en Barcelona e Ibiza.
Como colaborador principal figura el miembro de la red dedicado a controlar el transporte de la droga y su almacenamiento en un piso de seguridad, el diseño de los dobles fondos y el aprovisionamiento de vehículos a la organización.
En el siguiente escalón se encontraba el encargado de reclutar a los transportistas que después trasladarían la droga hasta el Reino Unido. Esta persona también se dedicaba a la venta de parte de la sustancia estupefaciente en la provincia de Barcelona desde un piso situado en la localidad de Sant Just Desvern.
APOYO LOGÍSTICO EN BARCELONA
Además, la organización hacía uso de un importante número de teléfonos móviles, para lo cual contaban con el apoyo del propietario de un negocio de telefonía ubicado en la ciudad de Barcelona. Esta persona desarrollaba una labor logística para proveer a los narcos de teléfonos móviles y SmartPhones.
Entre los truncados planes de la red de narcotráfico se encontraba la de participar en inversiones en propiedades y negocios relacionados con el turismo de alto standing en Ibiza, al que pretendían dar un servicio "global" en torno a las discotecas de moda.
