"Dios no nos ha dado alas", exclama Rajoy a los usuarios del Metro, en su vuelta a Móstoles tras el accidente

Actualizado: martes, 7 febrero 2006 18:00

Apuesta por el coche y el ferrocarril ante los ciudadanos de la localidad del sur que le preguntaron por sus heridas

MOSTOLES (MADRID), 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

"El viaje ha estado muy bien, ha sido divertido",aseguró Rajoy a su salida del Metrosur, en la estación de Pradillo, en Móstoles. Allí era recibido por numerosos ciudadanos de esta localidad del sur de Madrid, que le aplaudieron a su llegada y le preguntaron por las heridas sufridas en los dedos de una mano, al caer el helicóptero en el que viajaba junto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el pasado uno de diciembre.

Rajoy volvió esta mañana a Móstoles, acompañado de nuevo de Aguirre, pero en esta ocasión lo hicieron en el Metro. Desde la estación de Alonso Martínez, cogiendo la línea 10 hasta Puerta del Sur, donde cambiaron, junto con multitud periodistas, al Metrosur.

"Dios no nos ha dado alas", comentaba Rajoy ante los atónitos usuarios del Metro que se vieron invadidos por un tropel de informadores, fotógrafos y cámaras de televisión, que viajaron con el presidente del PP y la presidenta de Madrid hasta Móstoles. Los viajeros sentían curiosidad por la presencia del líder de los populares y recordaban el aparatoso accidente de hace dos meses al interesarse por la salud de sus dedos dañados.

Rajoy y Aguirre eran recibidos poco después de las doce y media de la mañana por el alcalde de la localidad, Esteban Parro, y por un nutrido grupo de ciudadanos a la salida del Metro que da a la Avenida del dos de Mayo y a calle Agustina de Aragón.

FIRMAS ENTRE MACHADO Y PARDO BAZAN

En este lugar y rodeado de curiosos y simpatizantes, Rajoy reinició su visita a Móstoles, entre besos --¡qué fuerte besa!, exclamó una señora--, abrazos, saludos y preguntas sobre el susto del helicóptero y el tiempo que ha tardado en sanar sus heridas: "¡dos meses!", exclamaban algunos tras hablar con el líder del PP.

Tras este recibimiento --¡esto da gusto, volver a Móstoles!, decía la presidenta de la CCAA--, Rajoy, Aguirre y Parro --quien en su discurso posterior ante los militantes del PP dijo que los tres tienen sus vidas unidas, tras el accidente--, comenzaron la recogida de firmas para el referéndum contra el Estatuto catalán. Lo hicieron en la plaza donde llega el metro, rodeados de esculturas de escritores, flanqueados por las cabezas de Antonio Machado, Carmen Martín Gaite, Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro, y ante la atenta mirada de las caras de María Moliner, Pío Baroja, María Zambrano, Víctor Hugo, Federico García Lorca y Miguel Hernández, entre otros.

El primero en firmar fue el alcalde de Móstoles, quien entregó el papel a Rajoy entre aplausos de los asistentes. Continuó el secretario general del PP de Madrid, Carlos Granados, mientras que los simpatizantes intentaban abrirse paso entre las cámaras para ver a Rajoy. "Señora, que la van a tirar al suelo", decía uno de los escoltas a una mujer mayor que se estaba colando, agachada, entre las piernas de los periodistas. "No me importa, lo que quiero es verle la cara a Rajoy, si me caigo, ya me levantaré", le espetó.

RAJOY APUESTA POR EL COCHE Y EL FERROCARRIL

Tras el inicio de la recogida de firmas, Rajoy aseguraba a los periodistas que no había vuelto a subirse a un helicóptero, después del "susto importante" que se había llevado y aprovechó para decir que "el metro sur es una de las obras de infraestructura más importante que se han hecho en Europa en los últimos años". "Por tanto, añadio, ya saben ustedes, nos han dado dos piernas así que mucho ferrocarril, mucho coche y menos vuelos".

Aguirre, a quien alguna vecina de Móstoles le decía que estaba mejor al natural, afirmaba también que el viaje en Metro había sido "maravilloso" y aprovechaba la ocasión para hacer un llamamiento a la ciudadanía a utilizar este medio de transporte.