MADRID/ALICANTE, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los dos policías encargados de custodiar al joven nigeriano que falleció mientras era deportado a su país en un vuelo regular el pasado 9 de junio han sido llamados a declarar ante un juez de Madrid el próximo jueves en calidad de testigos, según informaron a Europa Press fuentes policiales. Aunque las diligencias obran en poder del Juzgado de Instrucción número 1 de Alicante, los agentes declararán en la Audiencia Provincial de Madrid por exhorto y en compañía de sus abogados.
La declaración de los dos miembros de la Brigada Provincial de Extranjería de Madrid ante el juez se producirá una vez que ya ha llegado hasta el magistrado instructor de Alicante el resultado de los análisis del Instituto de Toxicología de Barcelona. El juez de Alicante encargó a éste que analizase las muestras del corazón y de los pulmones que fueron enviadas por el Instituto de Medicina Legal de Alicante y el magistrado está ahora a la espera de la valoración que haga el forense de los resultados del Instituto de Toxicología de la Ciudad Condal, precisaron fuentes jurídicas.
Osumuyia Akpitaye, de 23 años, falleció en pleno vuelo de repatriación que había partido de Alicante. Como había hecho antes se resistió violentamente a ser conducido al avión y a los dos agentes encargados del traslado tuvieron que ayudarles otros dos policías del aeropuerto alicantino para lograr subirlo al aparato.
Los dos agentes encargados de trasladar a Osamuya el ciudadano nigeriano le amordazaron con cinta policial, no adhesiva, sin colocar ningún trapo en el interior de la boca, informaron a Europa Press fuentes policiales próximas al caso. La intención de los policías era que Osamuya no volviera a morderles, como había hecho poco antes, y para que tampoco se autolesionase, lo que sospechaban que podía hacer por su resistencia a ser repatriado.
Según explicaron a Europa Press las fuentes consultadas, los agentes habían pedido un espacio apartado del avión, con cortinas opacas, en previsión de posibles altercados, como los que había protagonizado la última vez que intentó ser repatriado y que provocó que el comandante del vuelo se negase a despegar.
CINTA POLICIAL.
Ante la resistencia de Osamuya, los agentes le colocaron lo que se conoce como un "ocho', una suerte de esposas de cuerda con un dispositivo de plástico en el centro que permite se ajusten a las muñecas. La resistencia del inmigrante les obligó además a colocarle cinta adhesiva alrededor de las muñecas y también de los tobillos, pero todo fue inútil ante la fuerza del ciudadano nigeriano, que rompió todos los dispositivos de reducción. Después de morder a uno de los dos agentes, estos decidieron colocarle la cinta policial como mordaza.
Finalmente, los agentes lograron reducir y sujetar en su asiento a Osamuya y el vuelo despegó, pero aproximadamente una hora después los policías se percataron de que respiraba con dificultad y le colocaron una mascarilla de oxígeno, mientras preguntaban si entre el pasaje viajaba algún médico, obteniendo una respuesta negativa.
El vuelo estaba compuesto principalmente por ciudadanos nigerianos, incluidos dos que hace días habían intentado entrar de forma ilegal en España a través del aeropuerto de Madrid-Barajas sin conseguir pasar de la zona de tránsito, precisaron las fuentes consultadas. Cuando aterrizó en el aeropuerto de Alicante, una UVI móvil esperaba en la pista, pero los médicos no pudieron hacer nada por recuperarle.