Dos víctimas del monitor infantil de Girona aseguran ante el tribunal que no recuerdan nada referente a los abusos

Actualizado: miércoles, 12 diciembre 2007 21:12

GIRONA, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

Dos presuntas víctimas del monitor del colegio Cassià Costal de Girona acusado de abusos sexuales aseguraron hoy ante el tribunal que no recordaban ni las felaciones ni los tocamientos a los que el procesado presuntamente las sometió durante las clases extraescolares que les impartía en septiembre de 2004, cuando tenían cuatro años. Salvador J.Ll., de 43 años, continuó declarando su inocencia en la primera sesión del juicio, que se celebra a puerta cerrada para preservar la intimidad de las menores.

El acusado no varió ni un milímetro su versión inicial de los hechos cuando declaró ante la Sección Tercera de la Audiencia de Girona. Según explicó su abogado defensor, Benet Salellas, el monitor de manualidades insistió en que es imposible que en el aula de plástica situada en medio del patio de la escuela se cometieran los abusos sexuales que se denunciaron, ya que es un lugar por donde pasa gente continuamente.

Salellas explicó a la salida de la primera sesión del juicio, en la que declararon tres víctimas de los abusos --que ahora tienen entre seis y siete años--, que "esto es una situación de alarma que se llevó mal en el primer momento" y que derivó en declaraciones que "no son reales". El abogado añadió que, al margen de que alguna de las niñas pueda recocer algún hecho, "pensamos que están totalmente sugestionadas y contaminadas".

Dos de las pequeñas que declararon hoy aseguraron que no recuerdan nada, pese a que les mostraron imágenes del interrogatorio a las que fueron sometidas en el juzgado de instrucción. Una tercera niña, sin embargo, dijo recordar lo que pasó y dio detalles de los abusos sexuales. Según una de las abogadas de la acusación particular, Laurence Samara, una de las niñas fue muy "ilustrativa" al taparse los oídos durante la audición de una grabación porque dijo: "Lo tengo grabado aquí".

Antes de la declaración del acusado, los miembros del tribunal, los abogados y propio Salvador J.Ll. visitaron junto a 15 policías el aula de la escuela donde supuestamente se cometieron los abusos sexuales. Dicha visita fue criticada por los padres y los profesores del centro educativo porque se hizo en horario escolar.

AFRONTA HASTA 37 AÑOS DE CÁRCEL.

La Fiscalía pide 28 años de cárcel para Salvador J.Ll., en prisión provisional desde abril de 2005, por tres delitos continuados de abusos sexuales con acceso carnal cometidos contra tres niñas y uno relativo a la corrupción de menores. Además, reclama que el acusado indemnice con 50.000 euros a cada pequeña por los daños morales que les han causado los presuntos abusos.

El Ministerio Fiscal, sin embargo, considera que no ha quedado acreditado que Salvador J.Ll. abusara de las otras ocho alumnas que le denunciaron, aunque los padres de algunas de ellas han decidido ejercer la acusación particular y, por tanto, el monitor también afronta las penas de prisión que éstos solicitan para él. La acusación particular que representa a una de las menores pide, en concreto, hasta 37 años de cárcel para el presunto pedófilo.

El acusado fue contratado el 15 de septiembre de 2004 por la presidenta de la AMPA del Centro de Educación Infantil y Primaria Cassià Costal para que diera clases extraescolares de manualidades a los alumnos de P3 y P4 tres días a la semana, en las instalaciones del propio colegio. Tres meses antes, la Generalitat había otorgado a Salvador J.Ll. el diploma de monitor de actividades de ocio infantil y juvenil.

Según la Fiscalía, desde el inicio del curso 2004-2005 y para satisfacer "sus deseos libidinosos", el acusado sometió "en innumerables ocasiones" a algunas menores "a diversas prácticas sexuales, sin utilizar violencia o intimidación alguna dada su corta edad". Las pequeñas no explicaron lo sucedido a sus padres hasta abril, ya que "el procesado les decía que era un secreto", llegando incluso a darles regalos a cambio de su silencio.

Además de presuntamente abusar de las niñas, el acusado también almacenaba material pedófilo en los dos ordenadores que tenía en su domicilio, donde vivía con su esposa. Los Mossos d'Esquadra recuperaron en ellos más de 200 archivos que habían sido borrados y que contenían imágenes de menores "en actitud sexualmente provocativa" o realizando actos sexuales con otros niños o con adultos, según la Fiscalía.