Elecciones (Ampl).- Montilla se lanza a la Presidencia como un "catalán" al servicio de "catalanes de origen y destino"

Actualizado: sábado, 15 julio 2006 17:34

TARRAGONA, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

El candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat, José Montilla, se lanzó hoy a la carrera electoral presentándose como un "catalán de elección y de sentimiento" al servicio de "todos los catalanes, de origen y de destino".

"Ahora es la hora de los catalanes", es la frase que sirvió de credencial al primer secretario del PSC en el acto de su proclamación como candidato socialista a la Generalitat durante el Consell Nacional celebrado en Tarragona, en el que recibió el apoyo del 98,23% de los miembros del máximo órgano de dirección del partido entre congresos.

Con una emocionada intervención, Montilla presentó su proyecto para Cataluña basado en la "construcción social" después de 30 años de debate político centrado en la "construcción nacional". Montilla se comprometió a sacar el máximo rendimiento del Estatut en la nueva etapa política que se abre en Cataluña y poner las oportunidades que ofrece "al servicio del país real".

Montilla incluyó en su discurso un sentido homenaje a Pasqual Maragall, al que agradeció "el trabajo que has hecho, el trabajo que haces, el trabajo que harás", pero también dio gracias por su "tozudería, complicidad y generosidad". El Palau de Congresos de Tarragona, lleno a rebosar, se unió en una ovación que el presidente de la Generalitat respondió emocionado.

El candidato socialista se presentó como "hijo de un pueblo de Andalucía, pero catalán" y con la intención de convertirse en Presidente de la Generalitat para "servir a todos los catalanes, los de origen y los de destino". Destacó la valentía del PSC por su designación como candidato y aseguró que los socialistas dan una "lección" a quienes "levantan el fantasma de la división y hacen distinciones entre catalanes".

El proyecto de Montilla para Cataluña rehuye de "llenarse la boca constantemente con la palabra nación" y apostó por la "nación de las personas y de las oportunidades". "Es la hora de los catalanes, de los ciudadanos", apostilló.

Montilla se presentó como un buen conocedor de Cataluña, así como de sus "carencias y oportunidades" y con la determinación de hacer de Cataluña "un país de primera, sacando el máximo provecho del Estatut y del potencial de la sociedad" catalana.

Su compromiso, reiteró una y otra vez, es "poner el Estatut al servicio de la gente" y convertirse en el "presidente del progreso social" para mejorar "las condiciones de vida en el trabajo y de los servicios sociales".

El ministro se estrenó como candidato con un buen repertorio de bromas sobre su personalidad y admitió que "no soy la alegría de la huerta" en comparación con "Andreu Buenafuente o Groucho Marx" pero aseguró que "no hay color" si se le compara con el ex presidente del Gobierno, José María Aznar.

Montilla buscó sacar partido de su seriedad y parquedad de palabras para recordar que "no me presento a un casting televisivo, no aspiro al premio al más divertido ni político mejor peinado. Lo que quiero ser es presidente de la Generalitat de Cataluña, que es una cosa seria".

CIUDADANO DE CATALUÑA.

Con el auditorio en el bolsillo, Montilla presentó sus credenciales como el primer candidato a la presidencia de la Generalitat de origen no catalán y relató en castellano su llegada a Cataluña a los 16 años, procedente de Puentegenil y sus primeras experiencias laborales -su primer trabajo como aprendiz de horario nocturno en una empresa de artes gráficas-- y políticas. "Soy catalán de elección y sentimientos. Soy ciudadano de Cataluña", proclamó.

Tras 19 años como alcalde de Cornellà de Llobregat (Barcelona) y dos años como ministro de Industria, se mostró decidido a comenzar "una nueva etapa para encabezar el gobierno de nuestra nación y hacer de Cataluña un país más próspero y con más justicia social".

Montilla aseguró sentir una "gran emoción" porque el PSC escoja a un candidato "catalán de elección y sentimiento", dando así una "lección" a los que hacen distinciones entre catalanes "de origen y de destino".

Según Montilla, "la construcción nacional ha sido el pilar principal del debate político catalán en 30 años y ahora toca la construcción social". Por ello, señaló que "el centro de nuestro proyecto no son las instituciones o los símbolos, sino las personas".

Aseguró que centrará todas sus "energías" a afrontar los problemas que "preocupan a los ciudadanos" y se comprometió a trabajar por una "Cataluña orgullosa de su proyecto" basado en la eficacia económica y la concertación social, la igualdad real, las oportunidades de jóvenes y emprendedores y para situar a Cataluña al nivel de sus socios europeos más avanzados.

EL BUEN GOBIERNO DE MARAGALL.

El candidato aseguró que el PSC puede afrontar estos retos "mejor que cualquier otro partido" por ser "plural igual que la realidad del país", desde el punto de vista territorial, generacional y cultural, y por su "experiencia de buen gobierno" en ayuntamientos y Generalitat.

Montilla citó actuaciones del Gobierno de Pasqual Maragall en todos los ámbitos y a la mayoría de consellers del actual Ejecutivo, comenzando por Antoni Castells, conseller de Economía y Finanzas, y posible 'número 2' de su candidatura.

"Tenemos experiencia, instrumentos y proyecto para todos los catalanes", aseguró Montilla, quien hizo referencia a valores como la "responsabilidad, la pluralidad, la honestidad y la eficacia". "Tenemos un proyecto para Cataluña y no hace falta llenarse la boca constantemente con la palabra nación. La nación es el barrio, la casa, la nación son las personas y sus oportunidades de futuro. Es la hora de los catalanes, de los ciudadanos", insistió. El proyecto de Montilla pretende "hacer realidad un sueño", el de "una Cataluña que no te pregunta de dónde vienes, sino a dónde quieres ir".

"Sorprenderemos a los adversarios", aseguró y concluyó su intervención repitiendo nuevamente la que parece será su tarjeta de presentación: "Ahora es la hora de los catalanes" y con un "Visca Catalunya".