BILBAO, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de ELA, José Elorrieta, consideró hoy que no es posible ningún pacto con el Gobierno del PSOE que tenga como objeto la revisión del marco constitucional, por lo que afirmó que, "en clave soberanista, no es posible ningún acuerdo" con los socialistas.
Elorrieta realizó estas declaraciones en la rueda de prensa celebrada en Bilbao para presentar el documento del Aberri Eguna de 2008 elaborado por el Comité Nacional de ELA, en la que estuvo acompañado por el secretario general adjunto, Adolfo Muñoz, y la tesorera del sindicato, Amaia Muñoa.
El máximo responsable de ELA dijo que el PSOE, al igual que el PP, no va a abordar una revisión del sistema constitucional vigente y añadió que el PSOE "no engaña, porque lo dice una y otra vez". En ese sentido, señaló que el Ejecutivo socialista ya ha dicho que el límite a las reformas estatutarias "no es lo marcado por el Estatuto de Cataluña, sino lo que diga el Tribunal Constitucional" en relación a los recursos presentados contra el texto catalán.
Por otro lado, Elorrieta señaló que "la lucha de espacios políticos en el campo soberanista está marcada de forma predominante por un planteamiento tacticista y electoral". Según indico, durante mucho tiempo "las dos grandes corrientes políticas del mundo soberanista, el MNLV y el nacionalismo institucional, han hecho de la lucha soberanista una lucha marcada por un predominante tacticismo y un planteamiento electoral, lo que ha percibido el militante soberanista".
El sindicalista consideró que, "tal vez por eso, estamos en el punto más bajo en clave soberanista desde la crisis de Lizarra-Garazi", que, a su juicio, es "la única iniciativa, con sus carencias y errores, con una perspectiva estratégica del y para el conjunto del movimiento nacional".
Elorrieta consideró "absolutamente urgente" definir la estrategia soberanista y, a partir de ahí, cogiendo como referencia Lizarra-Garazi, "ponernos a trabajar, que ya es hora".
DOCUMENTO
En el documento del Aberri Eguna, ELA constata, en la actual coyuntura, una "falta de entusiasmo" en las bases del movimiento abertzale originado "por la falta de unidad y, como consecuencia, en la vulnerabilidad que padecemos, cuya expresión más visible es la manera con que los estados español y francés acentúan sus perfiles centralizadores, antidemocráticos y represivos".
En ese sentido, cita el "ataque al sistema fiscal" de la Comunidad Autónoma Vasca, la "ilegalización de listas y partidos, además del encarcelamiento de sus líderes", la oposición de "amplios sectores" judiciales, políticos, eclesiales y sociales españoles al proceso de paz "y la posterior ola represiva liderada por los gobiernos español y francés tras el fracaso e las conversaciones".
En opinión del sindicato, estas "derivas totalitarias deberían acelerar una reflexión en el mundo abertzale, más aún si tenemos en cuenta la esterilidad en que se sitúan hoy sus principales referencias estratégicas, que aparecen cara vez más amortizadas, pues los estados las utilizan para su propia legitimación y para el recrudecimiento de sus perfiles represivos".
ELA cree que la decisión de ETA de romper el alto el fuego, "que socava la convivencia y promueve valores opuestos a los que necesita el proceso nacional". Tras criticar que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, administró la tregua "de modo cicatero, sin revisar un ápice el pacto antiterrorista y priorizando la gestión de la opinión pública", reconoce que es preciso "abandonar el círculo en que esta estrategia ahoga al movimiento abertzale".
Por otro lado, señala que el asesinato del ex concejal del PSE de Arrasate-Mondragón Elías Carrasco, "además de una tragedia humana y social inaceptable, es una muestra fehaciente del yermo político al que este pueblo no puede estar por más tiempo condenado". Según ELA, atentados como el de Arrasate "soliviantan a la sociedad, enturbian la dimensión histórico-política del conflicto y socavan el ánimo de los abertzales que apuestan honestamente por un cambio político respetuosos con la pluralidad del país".
ELA cree que el proceso de conversaciones frustrado debería aprovecharse para sacar como conclusiones "que el PSOE, como el PP, no va a abordar una revisión del sistema constitucional" y "no se puede simultanear la finalización de la dinámica armada y la resolución del conflicto", porque "ambas requieren ritmos, sujetos, itinerarios y códigos distintos".
Por ello, el sindicato considera que "hay que situar la mirada en las posibilidades civiles y políticas que abriría el abandono definitivo de la actividad armada".
Tras señalar que el Gobierno vasco presenta "un balance lamentable en relación con el autogobierno", ELA sigue apostando por la consulta y critica que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, "no busca fortalecer las alianzas sociales y políticas que le permitirían confrontar con un estado hostil a ese ejercicio", sino que, al contrario, "su gestión política ordinaria hace gala de un entendimiento notable con los sectores empresariales y políticos que más se oponen al cambio político".
ELA manifiesta que el soberanismo "no puede ser, por más tiempo, una bandera de conveniencia para la pugna electoral, sin relación alguna con la política real" y considera "urgente alcanzar acuerdos básicos en relación con el proceso nacional" porque "la estrategia armada y la neoestatutista-antisocial, siendo de naturalezas muy diferentes, provocan en el plano político una polarización estéril, y en el plano social, una gran desmovilización de las bases populares del nacionalismo".
Para ELA, la declaración de Lizarra-Garazi es "la única referencia estratégica capaz de concitar todavía hoy la ilusión de la mayoría". "La recuperación del horizonte de suma soberanista, estrictamente civil y democrática, es la única hipótesis que desarma a los estados", advierte, para invitar a su militancia a "renovar su compromiso nacional y de clase", así como a contribuir a la formación de "un tejido social promotor de valores de solidaridad y justicia", como aportación más importante a la construcción nacional".
TRIBUNAL DE LA COMPETENCIA
En el documento del Aberri Eguna, ELA hace una mención expresa a la exigencia por parte del Departamento de Hacienda a los sindicatos, a través del Servicio Vasco de Defensa de la Competencia, para que remitan información en relación con la campaña que vienen realizando a favor del descanso en domingos y festivos.
"Se solicita actas de reuniones de órganos de los sindicatos, informes verbales, descripción de acciones, acuerdos, negociaciones y ello bajo amenaza de sanción y sin posibilidad de recurso", explica, para denunciar que el Gobierno vasco "utiliza fraudulentamente la ley de la competencia y pretende fiscalizar una acción sindical que goza de protección específica como derecho fundamental y libertad".
El sindicato afirma que el Ejecutivo vasco "pretende utilizar sus potestades administrativas para finalidades no amparadas por el ordenamiento jurídico", por lo que entiende que se trata de "un ataque en toda regla a la libertad sindical".
Sobre este asunto, Elorrieta consideró que esta iniciativa es "un elemento relevante que explica el talante antidemocrático" del Gobierno vasco que, según denunció, "se ha atrevido a utilizar un instrumento puramente administrativo para ir directamente contra la libertad sindical, lo que indica el nivel de presión y de chantaje que el Ejecutivo vasco está decidido a llevar a cabo contra toda expresión social autónoma".