MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El embajador israelí en España, Victor Harel, explicó hoy, en declaraciones a Europa Press, el "malestar" que ha suscitado la iniciativa para Oriente Próximo presentada por España, Francia e Italia en su país, ya que dijo que en ningún momento se tomó "la molestia" de consultar previamente a Israel pese a que es una cuestión "que nos concierne".
"Quedamos sorprendidos por la iniciativa española, cuyos detalles tuvimos que leerlos en la prensa", indicó Harel, lamentando que "no se tomó la molestia de consultarnos previamente" pese a que se trata de un "tema de mucho peso y sumamente importante que nos concierne y afecta a nuestras vidas". En este sentido, dijo que no se trataba de ningún punto en concreto de la iniciativa sino "la iniciativa misma".
"En estos momentos hay malestar en Israel, porque se ha presentado una iniciativa sin una consulta previa entre nosotros, pese a que se trata de dos países que mantienen relaciones amistosas", lamentó el embajador.
Preguntado sobre la posibilidad de que esta nueva desavenencia entre España e Israel pueda afectar a la visita prevista de la ministra de Exteriores israelí, Tzipi Livni, a España para inaugurar la Casa Sefarad próximamente, Harel consideró que "en estos momentos es prematuro hablar de visitas". "En estos momentos hay que concentrarse en superar este problema", agregó.
Según Harel, Israel mantiene su compromiso con la 'Hoja de Ruta', el plan de paz propuesto por el Cuarteto para Oriente Próximo --Unión Europea, Estados Unidos, ONU y Rusia--, ya que, dijo, "es el marco más adecuado". "No se necesitan nuevos planes sino cumplir lo que ya existe" y, sobre todo, añadió, para Israel "lo primero tiene que ser detener el terrorismo".
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer, durante la cumbre que mantuvo con el presidente francés, Jacques Chirac, la nueva iniciativa de los tres países, que esperan cuente con el respaldo de Alemania y Reino Unido y de toda la UE.
Esta iniciativa contempla en primer lugar un alto el fuego entre ambas partes; favorecer a la formación de un Gobierno de unidad nacional palestino; la liberación tanto del soldado israelí secuestrado como de los ministros y diputados palestinos detenidos por Israel; promover una reunión entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahmud Abbas; el despliegue de una misión de observación en la franja de Gaza; y por último la convocatoria a medio plazo de una conferencia internacional de paz.