ERC e ICV-EUiA se desmarcan del conseller Maragall y se oponen a la tercera hora de castellano

CiU considera la posición de Maragall una "traición" al modelo educativo catalán

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 13 diciembre 2006 15:14

BARCELONA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

ERC e ICV-EUiA evidenciaron hoy sus discrepancias con el conseller de Educación, Ernest Maragall, sobre el decreto del Gobierno central de enseñanzas mínimas que establece una tercera hora de castellano en las escuelas catalanas y recordaron que "la única posición" del Gobierno de la Generalitat pasa por la decisión de encargar un informe jurídico sobre una posible invasión competencial del decreto.

El conseller de Educación, Ernest Maragall, ha reiterado en varias ocasiones en las últimas horas su opinión de que impartir una hora más de castellano en primaria es positivo, algo que fue calificado por portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, como una "opinión personal que no compartimos, no hacemos nuestra y no consideramos".

Ridao fue especialmente contundente al subrayar que "el único acuerdo" del Gobierno tripartito ha sido encargar el citado informe jurídico", por lo que "cualquier otra posición es personal y no es la posición del Gobierno de la Generalitat". Según Ridao, "la posición final" se tomará "en función" del dictamen jurídico y señaló que "respetamos la opinión del conseller, pero también pedimos respeto para la opinión de ERC".

El portavoz republicano argumentó que el decreto invade competencias de forma "clarísima" en la "forma y en el fondo" y acusó al Gobierno central de "ignorar" el Estatut en lo referente a las competencias compartidas con la Generalitat sobre los planes de estudio y los currículums.

Así, destalló que en cumplimiento del Estatut, el Gobierno debió aprobar el contenido del decreto por ley y no debería establecer "concreciones" hasta el punto de fijar el número de horas lectivas en castellano. Igualmente, denunció que el Ejecutivo central "no informara" del proyecto de decreto a la Generalitat, que "se enteró por la prensa" del contenido".

Finalmente, Ridao sostuvo que en Catalunya "no existe ningún problema lingüístico" y reiteró que "el sistema educativo garantiza la competencia de los alumnos en las dos lenguas oficiales", lo que consideró "bilingüísmo real". Para Ridao, "si hay algún problema, no es con el castellano, sino con el inglés o el catalán".

Ridao no descartó la vía del conflicto positivo de competencias si el informe jurídico avala las supuestas vulneraciones de competencias, pero consideró prioritario una reunión urgente de la comisión bilateral Estado-Generalitat para salvar las diferencias.

También en ICV-EUiA, el portavoz parlamentaro adjunto, Jordi Miralles, se desmarcó de las palabras del conseller y reiteró que "el único acuerdo" del Ejecutivo catalán es la solicitud del informe jurídico previo a una "posición común" del Gobierno tripartito. No obstante, Miralles señaló que en la formación ecosocialista "no gusta" el decreto "por los contenidos y por la forma" y añadió que "no hay ningún problema entre castellano y catalán".

Por contra, la portavoz parlamentaria adjunta del PSC, Carme Figueras, señaló que los socialistas "no vemos mal el incremento de una hora más del castellano, como también vemos bien un refuerzo del catalán y el inglés" para alcanzar una "Catalunya trilingüe". Figueras se remitió al contenido del informe encargado para dar por hecho que "el Gobierno de la Generalitat actuará en defensa de sus competencias".

CiU: UNA TRAICIÓN DEL CONSELLER MARAGALL.

Desde CiU, el portavoz parlamentario, Felip Puig, consideró la actitud del conseller Maragall como una "traición al modelo educativo catalán" de inmersión lingüística desarrollado con "consenso político y social" desde hace 25 años. CiU, que llevará las discrepancias en el tripartito al pleno del Parlament del día 21, denunció la "absoluta indefensión de Catalunya" ante el decreto y acusó al tripartito de estar "durmiendo en los laureles".

Para Puig, el contenido del decreto es "una embestida renovada" del Gobierno del PSOE el sistema educativo catalán equivalente a la que se produjo en 1993 y que Jordi Pujol solucionó personalmente con Felipe González. En este sentido, lamentó que el actual gobierno "no resista ni esté preparado para defender" el modelo catalán.

Puig sostuvo que "no es un conflicto entre lenguas, sino un intento del Gobierno español de recuperar el modelo bilingüe en detrimento de la defensa de la lengua amenazada, que es el catalán". El decreto, añadió, es "un grave atentado que pone en peligro el modelo de construcción nacional" a partir de la educación.

En este sentido, exigieron a la Generalitat que esté atento a los plazos para recurrir el decreto ante el Tribunal Constitucional por considerar que vulnera competencias del Estatut, así como la ley de normalización lingüística.

PP: UNA HORA MÁS, MÍNIMO.

El único aliado que encontró el conseller Maragall fue el portavoz parlamentario del PP, Francesc Vendrell, que no sólo defendió sus declaraciones sino que sostuvo que "todos sabemos que, como mínimo, se necesita una hora más" de castellano. Se trata, dijo, de "un decreto de mínimos".

Vendrell consideró obvia la necesidad de ampliar las horas lectivas en idiomas para que los alumnos sean competentes en las mismas y se mostró sorprendido por el hecho de que "no sea obvio cuando se trata de la lengua oficial". El portavoz popular también aprovechó para criticar a CiU y recordarle que "en nombre de los proyectos de país se han hecho muchas animaladas en la historia".

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