Los españoles rechazan el uso internacional de la fuerza y defienden la promoción de la democracia, según un sondeo

La encuesta 'Transatlantic Trends 2006' revela un empeoramiento de la percepción de EEUU en Europa desde la guerra de Irak

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 6 septiembre 2006 17:17

MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

Ocho de cada diez españoles están en contra del uso de la fuerza "en determinadas circunstancias", al tiempo que el 89 por ciento de los ciudadanos de nuestro país considera que los países europeos deben apoyar la promoción de la democracia como objetivo de la política exterior, muy por encima de la media de europeos que piensan lo mismo, un 71 por ciento, y aún más de la de los estadounidenses, que no pasa del 45 por ciento.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio 'Transatlantic Trends 2006', una encuesta internacional realizada el pasado mes de junio en doce países europeos --Alemania, Eslovaquia, España, Francia, Países Bajos, Italia, Polonia, Portugal y Reino Unido, así como tres aspirantes a la adhesión, Turquía, Rumanía y Bulgaria-- y Estados Unidos sobre las actitudes hacia la política exterior y las relaciones internacionales de los ciudadanos de ambos hemisferios.

El estudio, presentado hoy en Madrid y en otras capitales del mundo, fue realizado por la Fundación BBVA, la German Marshall Fundo (Estados Unidos), la Compagnia de San Paolo (Italia), la Fundaçao Luso-Americana (Portugal) y la Tipping Point Foundation (Bulgaria).

Una de las conclusiones más revelantes del estudio --realizado telefónicamente con mil personas correspondientes a cada país-- es que la invasión de Irak supuso "un punto de inflexión" en la percepción por parte de los ciudadanos europeos de las relaciones transatlánticas, según declaró durante la presentación del informe Beatriz Vílchez, de la Unidad de Estudios de Opinión Pública de la Fundación BBVA.

De hecho, si antes del ataque a Irak "dos terceras partes de los europeos consideraban que el liderazgo de Estados Unidos era muy deseable o bastante deseable", desde 2003 se ha advertido una evolución negativa en la percepción de Estados Unidos que "se mantiene hasta la fecha", explicó Vílchez.

En la actualidad, el 57 por ciento de los europeos considera "poco o nada deseable" el liderazgo de Estados Unidos en asuntos internacionales, frente al 37 por ciento que lo considera positivo. En 2002, el 64 por ciento apoyaba ese liderazgo y sólo el 31 por ciento ee oponía. En España, sólo el 19 por ciento defiende ese liderazgo y el 78 por ciento lo considera "poco o nada deseable".

Asimismo, tanto en Estados Unidos como en la UE se refleja un fuerte rechazo a la política exterior del presidente norteamericano, George W. Bush. La media de apoyos en Europa es de un 18 por ciento (10 por ciento en España) y en Estados Unidos de un 40 por ciento.

En esta misma línea, el 55 por ciento de los europeos encuestados considera que Europa debería adoptar una postura más independiente de Estados Unidos (el 57 por ciento en España), frente a un 14 por ciento que preferiría que las cosas quedasen como están (siete por ciento en España) y el 28 por ciento que apoya el liderazgo de Washington.

En lo que respecta a los sentimientos hacia cada país, los países que más simpatizan con Estados Unidos son Rumanía (73 por ciento) y Polonia (55), y los que menos España (37) y Turquía (20). Se da la circunstancia de que España se sitúa entre los países europeos mejor valorados, con un 78 por ciento de los rumanos, 68 por ciento el conjunto de la UE, 61 por ciento de estadounidenses y, en el punto más bajo, 31 por ciento de turcos.

PROBLEMAS GLOBALES

Ambos hemisferios coinciden casi en su totalidad a la hora de percibir cuáles son los principales problemas a que se enfrenta el mundo, aunque en casi todos los capítulos los estadounidenses reflejan una mayor preocupación, salvo en lo que se refiere al calentamiento global del planeta (que preocupa al 56 por ciento de europeos y al 46 por ciento de estadounidenses).

El terrorismo internacional es la mayor preocupación para el 79 por ciento de los estadounidenses encuestados y el 66 por ciento de europeos (el porcentaje español es similar al norteamericano, el 77 por ciento). La adquisición de armas nucleares por parte de Irán, el fundamentalismo islámico, la violencia e inestabilidad en Irak y la posibilidad de una gran crisis económica son, en este orden, las siguientes preocupaciones especiales en ambas partes del mundo.

Aparte, el 79 por ciento de los estadounidenses y el 76 por ciento de los europeos expresaron en la encuesta su preocupación por el gran número de inmigrantes que vienen a Europa. En España el porcentaje de la encuesta es del 76 por ciento (un 32 por ciento lo considera un problema "extremadamente importante" y el 44 por ciento "importante").

En cuanto al combate al terrorismo, las diferencias son notorias entre europeos y estadounidenses. Mientras que sólo el 34 por ciento de los primeros justifica el uso de la guerra "en determinadas circunstancias" y "para lograr la justicia" (apenas el 21 por ciento en España, frente a un 78 por ciento que se opone), el 78 por ciento de los segundos apoya el uso de la fuerza en caso de necesidad.

En cuanto a las armas nucleares iraníes, el 79 por ciento de los estadounidenses, el 84 por ciento de los europeos y, concretamente, el 85 por ciento de los españoles son partidarios de que continúen los esfuerzos para impedir que Teherán adquiera esas armas, pero los europeos son más partidarios de las soluciones diplomáticas (incentivos económicos, sanciones o apoyos a la oposición) que de las militares. En todo caso, en Estados Unidos sólo un 15 por ciento defendió la intervención armada, frente al cinco por ciento de los europeos (mismo porcentaje en España).

Los españoles son, de largo, los principales defensores de que la UE y Estados Unidos ayuden a establecer la democracia en otros países. Nada menos que un 89 por ciento de españoles defendieron la idea, frente a un 71 por ciento de la media europea (80 por ciento en el caso de Portugal, 78 en el caso de Alemania, 26 en el caso de Turquía) y el 45 por ciento de los estadounidenses.

En todo caso, sólo un 24 por ciento de europeos (y españoles) defiende la promoción de la democracia mediante acciones militares (frente a un 34 por ciento de norteamericanos) y la mayoría prefiere otros medios, como la supervisión de elecciones, el apoyo a grupos independientes de defensa de las libertades, las sanciones económicas o las sanciones políticas.

LA UE

En cuanto al futuro de la Unión Europea, el 86 por ciento de los europeos desea que la Unión desempeñe un fuerte liderazgo en los asuntos internacionales, frente a un 76 por ciento de estadounidenses. El porcentaje español es incluso inferior al norteamericano, un 73 por ciento. En cambio, los europeos son en general poco proclives a apoyar un incremento del poder militar de la Unión Europea, con un 46 por ciento de media (48 por ciento los españoles).

En todo caso, los españoles son los principales defensores de la creación del cargo de ministro de Asuntos Exteriores de la UE (74 por ciento frente al 65 de la media europea, y seguidos a cierta distancia por los italianos, con 71, y los franceses, con 69).

Por último, el informe revela un importante apoyo de los europeos a la ampliación de la Unión, ya que el 63 por ciento de los europeos (78 de los españoles) considera que una nueva ampliación contribuirá a que la UE tenga un papel más importante en el mundo y el 62 por ciento de los encuestados de la UE (73 por ciento de españoles) cree que la ampliación promoverá la paz y la democracia.

En todo caso, el 32 por ciento de los europeos considera que la entrada de Turquía sería "una cosa mala" frente a un 21 por ciento que la apoya (25 y 24 en el caso de los españoles). Un dato significativo es la pérdida en casi 20 puntos del apoyo de los propios turcos a la entrada de su país en la UE, desde el 73 por ciento de 2004 al 54 por ciento actual.

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