Estatut.- Alfonso Guerra rechaza que se paralice el despliegue y ve "lamentable" que haya relaciones de fuerzas en el TC

Jóvenes de las JERC irrumpen con una pancarta por la "independencia" durante una clase del dirigente socialista en Barcelona

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 13 febrero 2007 15:35

BARCELONA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra, rechazó hoy "que se deba paralizar el despliegue o desarrollo" del Estatut por la situación creada en el Tribunal Constitucional (TC) tras la recusación del magistrado Pablo Pérez Tremps.

Guerra sostuvo que "no hay relación entre lo uno y lo otro" y remarcó que "no hay ningún procedimiento que permita detener el desarrollo legislativo jurídico o administrativo porque haya una recusación" en el TC.

El dirigente socialista consideró hoy "un poco lamentable que tengamos que estar hablando siempre de relaciones de fuerzas" dentro del TC. Guerra criticó a los "hooligans de unos y otros" que animan al TC "para que haga una cosa u otro" y reprochó que "después de un tiempo jaleando a unos y otros en el Tribunal, la gente se rasgue las vestiduras porque el tribunal se politice".

Guerra señaló que la recusación de un magistrado es algo contemplado "en el ordenamiento jurídico español", como también lo es que "si este magistrado dimite sea sustituido" por el Gobierno.

"Lo primero les ha parecido muy bien a los que han recusado, pero ya no les gusta que pueda ser sustituido. No se puede estar a favor del ordenamiento jurídico cuando conviene y en contra cuando no conviene", denunció en referencia al PP.

El dirigente socialista apuntó que el TC "ha creído que la recusación estaba fundamentada" y "ahora lo que se plantea es que, si esa persona no va a estar en la deliberación, debe dejar el Tribunal". "Si lo hace, es seguro que será sustituido y se volvería a una situación similar a la anterior" en el seno del Alto Tribunal, señaló.

"Pero es un poco lamentable que tengamos que estar hablando siempre de relaciones de fuerzas en un tribunal que debería ser estrictamente jurídico. El ciudadano tiene el derecho de pensar que una última instancia constitucional esté formada por magistrados que hacen un estudio exclusivamente jurídico y no atendiendo a sus simpatías políticas por un grupo o por otro, pero es lo que hay", señaló.

PIDE RESPETO AL TC.

Guerra reclamó ser "más respetuoso" con el TC y "no estarle pidiendo que se incline para aquí o para allá, sino dejarle trabajar", y criticó que, en vez de eso, "aquí estamos acostumbrados a lo contrario: cuando beneficia a uno de los dos contendientes se dice 'ya lo decía yo que era así' y la otra parte dice que están mediatizados y presionados, y cuando es al revés se cambian los papeles".

"Está claro que aquí hay 'hooligans' de unos y otros que lo animan (al TC) para que haga una cosa o haga la contraria y después los mismos 'hooligans' protestan porque se pongan la camiseta del equipo unos u otros", afirmó Guerra, convencido de que "los que están todo el día exigiendo que coincida con sus posiciones no tienen legitimidad para exigirle nada".

El dirigente socialista evitó en cambio opinar sobre el futuro del terrorista Iñaki De Juana Chaos después de que el Tribunal Supremo haya rebajado su pena de 12 a 3 años, y se limitó a señalar que el Gobierno "no tiene la posibilidad de dejarle en libertad, sino de aplicar los procedimientos administrativos de las instituciones penitenciarias para paliar el sistema de privación de libertad", concediéndole un tercer grado. "Pero no dejarle en libertad", apostilló.

Guerra hizo estas declaraciones justo antes de entrar en el auditorio de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, donde iba a impartir una conferencia sobre 'El Legislativo y el Ejecutivo en el proceso constituyente', en el marco de una clase sobre Política Española II de esta universidad.

PANCARTA DE LAS JERC.

Cuando el dirigente socialista estaba a punto de tomar la palabra, cinco jóvenes de las juventudes de ERC (JERC) se levantaron de las primeras filas y desplegaron una pancarta frente al estrado en la que se leía 'La retallada no ens aturarà. Independència' ('El recorte no nos detendrá. Independencia'), mientras otro de los manifestantes le entregaba al presidente de la Comisión Constitucional un cepillo y un ejemplar del Estatut.

La protesta duró apenas un minuto, dado que los asistentes a la conferencia en primera fila se apresuraron a quitar la pancarta de las manos de los jóvenes mientras algunas personas del público los abucheaba con gritos de "fascistas" y "siempre estáis igual". Al cabo de un breve forcejeo con la pancarta, agentes de seguridad echaron a los manifestantes.

Inmediatamente, Guerra retomó la palabra restando importancia al incidente. "En la escenografía se incluye siempre un capítulo de este orden, no hay que ponerse nervioso", apuntó, e incluso alentó las "pintadas, si son sólo pintadas", porque "cuando vivíamos en la dictadura teníamos muy pocas posibilidades de manifestarnos y también las hacíamos".

El secretario de Organización de las JERC, Joan Almaselles, explicó el "acto pacífico y simbólico" contra Guerra como "protesta por sus palabras cuando dijo que en el Congreso se habían 'cepillado' el Estatut". Almaselles alertó también del posible "tercer recorte" del Estatut a manos del TC "debido a la politización de la justicia", después del "autorrecorte en el Parlament y el segundo 'cepillado' del texto con el pacto Mas-Zapatero".

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