BARCELONA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno del PSOE y los cuatro partidos catalanes que apoyan el Estatut se reunirán a partir de las 11 horas de mañana en el Congreso en una nueva reunión multilateral que se podría alargar hasta el viernes para poder cerrar el máximo de acuerdos posibles, según explicaron fuentes de la negociación.
Representantes de cada grupo negociarán, a partir de mañana por la mañana, en base al documento remitido este fin de semana por el PSOE a los partidos catalanes. Fuentes de la negociación concretaron que mañana miércoles se prevé abordar las competencias y otros artículos pendientes del documento, mientras que el jueves se podría entrar a discutir la financiación, para lo que los partidos catalanes reclaman una nueva propuesta del Gobierno.
CiU, ERC e ICV-EA coincidieron hoy en destacar que, aunque están dispuestos a alargar la reunión multilateral de esta semana lo que sea necesario, es el PSOE quien tiene prisa por cerrar acuerdos antes de su comité federal del sábado. Por ello, los grupos catalanes no se fijan esta reunión como definitiva y no descartan que los acuerdos deban seguir negociándose tras el 21 de enero.
A los encuentros multilaterales de esta semana se prevé que acudan Francisco Caamaño (Gobierno), Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE), Miquel Iceta, Manuela de Madre (PSC), Francesc Homs, Josep Sánchez-Llibre y Ramon Camp (CiU), Joan Puigcercós, Joan Ridao (ERC), Joan Boada y Jaume Bosch (ICV-EA).
COMPETENCIAS COMPARTIDAS.
El portavoz de ICV-EA en el Parlament, Joan Boada, consideró hoy imprescindible redactar "con mucho cuidado" el artículo de competencias compartidas (111) "para evitar tentaciones 'sevillanas'", en alusión a la intención del Ministerio de Administraciones Públicas, que dirige Jordi Sevilla, de un proyecto de ley que regule las competencias autonómicas y estatales.
Joan Boada dijo que, en la reunión del pasado viernes, su grupo dijo que "no acepta el 111 como está redactado" -ya que añade "excepto en los supuestos que se determinen de acuerdo con la Constitución"--, y consideró que el proyecto del Gobierno que apareció ayer en los medios es "revelador de que el 111 no va por buen camino".
El dirigente ecosocialista advirtió de que "no debe haber ninguna ley que coordine competencias", y este artículo "debe dejar muy claro que la excepción se debe determinar por la Constitución y el Estatut; por nada más".
Boada también constató dificultades sobre financiación (reclamó un nuevo documento del PSOE), 'nación' (lo sigue reclamando en el articulado), Derechos y deberes (auguró que CiU "puede utilizar el Senado para recuperarlo" e intentar imponer sus tesis), justicia (destacó problemas sobre personal y recursos económicos) y Síndic de Greuges (sobre la coordinación con el Defensor del Pueblo).
También el portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao (ERC), constató "cierta involución" sobre el Síndic de Greuges. Según él, el documento del PSOE recibido el pasado fin de semana "no tiene mucha novedad en el 95%", sino que vio incluso "una marcha atrás" en "algunos aspectos donde había un acuerdo cerrado" aunque no puesto sobre el papel. Aludió, además del Síndic, a la posición preeminente del presidente de la Generalitat (a la que el PSOE ha dado "una fórmula tan neutra que no sirve"), aguas, asociaciones y fundaciones, entre otros puntos.
Sobre CiU, Ridao ve contradicciones entre CDC y UDC, y reprochó que Josep Antoni Duran Lleida, en la pasada reunión en Madrid, dijera "'sí' prácticamente en todo" para "acercarse al PSOE". Según él, eso contrasta con que CiU "ha contribuido a recortar algunos aspectos del Estatut", y aludió a Derechos y deberes y a financiación. Por otra parte, tanto él como Boada apostaron por encuentros multilaterales. Boada subrayó que los bilaterales pueden hacerse pero no deben ser "decisorias".
CIU PIDE ESFUERZO A MARAGALL.
El líder de CiU, Artur Mas, dijo que irán "a todas las reuniones, bilaterales y multilaterales", pero desconfió de las multilaterales "si han de servir para que, a las pocas horas de alcanzarse acuerdos, el Partido Socialista se desmarque". En este sentido, aludió a la reunión de partidos catalanes convocada hace una semana por el presidente de la Generalitat y del PSC, Pasqual Maragall: "A la mañana nos pusimos de acuerdo en una serie de cosas; a la tarde, su partido ya había dado marcha atrás".
Por ello, rechazó que Maragall hiciera hoy mismo desde Casablanca una "petición formal" a los partidos catalanes para que hagan un "esfuerzo importante" que conduzca a un acuerdo con el Gobierno central esta misma semana y que evite "complicarnos la vida".
Mas dijo que Maragall tiene la "responsabilidad histórica, como presidente del PSC, de mover a su partido hacia posiciones que permitan el acuerdo", ya que "en este momento las propuestas del Partido Socialista desnaturalizan el Estatut que salió del Parlament", y el problema no son los partidos catalanes: "El problema y obstáculo, presidente Maragall, es el Partido Socialista que usted también preside", aseguró.
También en alusión a Maragall, Artur Mas añadió que "queda muy bien hacer declaraciones diciendo 'Chicos, espabilad, haced un gran esfuerzo de negociación'", pero "no se trata de hacer declaraciones vacías" sino de "mojarse".
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